Paro de octubre de 1972

El paro de octubre de 1972, también conocido como el «paro de los patrones»[2][3]​ o el «paro de los camioneros», fue un paro patronal realizado en Chile durante el mes de octubre de 1972, en contra del gobierno de la Unidad Popular encabezado por el presidente de la República Salvador Allende, a causa de la crisis económica en el país. Este paro contó con el apoyo y financiamiento de gremios empresariales de Chile y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que buscaba desestabilizar al gobierno socialista.[3]

Paro de octubre de 1972
Parte de Gobierno de Salvador Allende

El ministro de Economía, Pedro Vuskovic, y el presidente Salvador Allende.
Localización
País ChileBandera de Chile Chile
Datos generales
Tipo Paro patronal
Organizador
  • Confederación Nacional de Dueños de Camiones
  • Comando Nacional de Defensa Gremial
  • Causa Plan Vuskovic
    Crisis económica
    Oposición al gobierno de Salvador Allende
    Histórico
    Fecha de inicio 9 de octubre de 1972
    Fecha de fin 5 de noviembre de 1972
    Desenlace
    Muertos 4[1]
    Arrestados 300+
    Resultado Declaración de Estado de emergencia en 18 provincias del país
    Suspensión de transmisiones de radios de oposición
    Arresto de huelguistas
    Cambios en el gabinete de gobierno

    Antecedentes

    editar
     
    Colas debido al desabastecimiento de productos durante el gobierno de Salvador Allende en 1972.

    En 1972, la economía de Chile pasaba por una grave situación; a pesar de que en el primer año del gobierno de la Unidad Popular (UP) se había logrado bajar la inflación, hacia 1971-1972 las medidas del «plan Vuskovic» produjeron una devaluación del escudo, la moneda nacional,[4]​ provocando una contracción del país de un -1,21 %, y una hiperinflación del 225 %.[5]

    La fijación oficial de precios trajo consigo la escasez y el «mercado negro», lo que significaba la venta de muchos bienes a precios superiores a los oficiales. Por ello, el gobierno creó la Empresa Nacional de Distribución y Comercialización y las Juntas de Abastecimiento y Control de Precios (JAP).[4]

    Sin embargo, dichas medidas no lograron revertir la situación, provocando descontento y el surgimiento de protestas en contra del gobierno, principalmente con la participación y dirigencia de las clases medias y altas. El 1 de diciembre de 1971 se realizó la llamada «marcha de las ollas vacías», que daría origen a la agrupación Poder Femenino, y que fue respaldada por los partidos opositores —fundamentalmente los partidos Demócrata Cristiano, Democracia Radical y Nacional—.[6]​ El 21 de agosto de 1972 el comercio realizó un «paro de advertencia» debido al "asesinato", según el diputado del Partido Nacional Fernando Ochagavía Valdés, del comerciante Manuel Aguilar García a manos de carabineros;[7]​ la Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago (FESES) se unió a dicho paró.[8][9]

    Desarrollo

    editar

    Inicio del paro

    editar

    La grave situación económica, y los rumores de estatización de empresas de transporte proyectado por la Corfo en la provincia de Aysén[10]​ —que provocaron un paro indefinido en dicha provincia desde el 1 de octubre—[11]​ llevaron a la Confederación Nacional de Dueños de Camiones (CNDC), liderada por León Vilarín, con el apoyo de otros gremios, a convocar un paro nacional indefinido el 9 de octubre de ese año, agravándose los problemas de distribución de mercaderías.[12]​ El paro contó con el apoyo monetario de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA), que conspiraba para hacer caer el gobierno de la UP, entregando también recursos a diarios opositores, principalmente a El Mercurio.[3]​ Lo anterior se encuentra dentro del archivo desclasificado posteriormente por la CIA, llamado «plan Septiembre» en el cual se promueven «movimientos gremialistas de patrones y la resistencia civil de la burguesía».[3]

    El gobierno resolvió tomar acciones legales contra los organizadores del paro, el cual fue calificado por el ministro del Interior Jaime Suárez Bastidas como «político, ilegal y sedicioso»; por ello, León Vilarín y otros dirigentes del transportes fueron detenidos y trasladados a la Cárcel Pública de Santiago en la noche del 10 de octubre.[11]​ Los camioneros replicaron a esas medidas con el bloqueo de las principales carreteras del país el 12 de octubre, provocando el desabastecimiento de combustible y de otras mercaderías de carácter esencial, ante lo cual el presidente Salvador Allende declaró Estado de emergencia en 18 provincias del país.[10][13]​ El 13 de octubre 300 personas fueron detenidas en todo el país.[14]​ El Frente Nacionalista Patria y Libertad y el Comando Rolando Matus realizaron acciones de sabotaje en las carreteras, esparciendo miguelitos para entorpecer el paso de vehículos.[15]

    Paulatinamente, la oposición y otros gremios profesionales se plegaron a la movilización, como los transportistas urbanos, la Confederación del Comercio Detallista (Confedech) —liderada por Rafael Cumsille—, la Confederación de la Pequeña Industria y Artesanado (Conupia), la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) —presidida por Jorge Fontaine[3]​ y la Asociación de Dueños de Microbuses y Taxibuses de la Locomoción Colectiva Particular.[16]​ El 17 de octubre adhirieron el Colegio Médico de Chile y la Federación de Estudiantes Secundarios de Santiago.[13]​ Lo mismo hicieron gremios de ingenieros, abogados, odontólogos, profesores, trabajadores portuarios, pilotos de LAN Chile y la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC), quedando el país virtualmente paralizado.[3][17]​ El 18 de octubre Rafael Cumsille también es encarcelado.[18]

    Producto de la clausura de la Radio Nuevo Mundo debido a infracciones de los bandos de la Jefatura de Zona de Emergencia,[19]​ la Oficina de Informaciones y Radiodifusión (OIR) encabezó una cadena radial obligatoria que se ordenó como parte de la declaratoria de Zona de Emergencia y que se extendió ininterrumpidamente del 15 al 27 del mismo mes.[20][21]​ En el intertanto, las radios Yungay, Agricultura y Presidente Balmaceda —junto a la filial de Agricultura en Valparaíso y la Radio Recreo de Viña del Mar— se desconectaron de dicha cadena obligatoria el 23 de octubre,[22]​ por lo que sus emisiones fueron suspendidas por orden de las autoridades.[19][20]​ El 25 de octubre Radio Minería abandonó la cadena obligatoria, siendo clausurada; misma situación ocurrió con las emisoras Minería de Viña del Mar, Valparaíso de Valparaíso, Centenario de San Javier, Biobío y Simón Bolívar de Concepción, El Carbón de Lota, Pilmaiquén y Cooperativa de Valdivia, y Los Héroes de Chillán. Al día siguiente las radios Interamericana y Cooperativa de Concepción, Sago de Osorno, Talcahuano de Talcahuano y la onda corta de Radio Presidente Balmaceda se descolgaron de la mencionada cadena, y el día 27 fueron sancionadas las radios Minería de Antofagasta y Chilena de Santiago; esa misma jornada la Corte de Apelaciones de Santiago declaró la ilegalidad de la cadena obligatoria y ordenó al gobierno suspenderla, lo cual ocurrió cerca de la medianoche a la vez que levantó las clausuras recaídas sobre las emisoras sancionadas.[23][24]

    El pliego de Chile y respuesta del gobierno

    editar

    El 19 de octubre León Vilarín anunció la preparación de un pliego de peticiones al gobierno; en palabras de Sergio Bitar, ello «[reveló] que, tras una imagen gremial, existía una vasta operación política».[13]​ Al día siguiente se constituyó el Comando Nacional de Defensa Gremial, que agrupó a gran parte de las confederaciones gremiales y empresariales y a los colegios profesionales.[8]

     
    Hechos de violencia durante el paro.

    El Comando Nacional publicó sus demandas en un documento que se conoció como El pliego de Chile, publicado originalmente como inserción en el diario El Mercurio el 22 de octubre, y replicado por el resto de los medios de comunicación opositores a Allende.[25]​ En el pliego se exigía el fin de las clausuras radiales, la banca única, el ahogamiento de la papelera,[26]​ la prohibición de expropiaciones, devolución de los bienes nacionalizados a sus dueños, reforma constitucional que limitaría los poderes del presidente, y finalizar la cadena nacional obligatoria establecida por la OIR y que afectaba a 155 radios privadas, establecida por las autoridades militares tras la declaración del estado de excepción.[27]​ Se convocó a una paralización de actividades general para el 24 de octubre, a la cual se tituló «Día del silencio».[28]​ Durante el transcurso del paro los camioneros Orlando Silva y Sergio Olivares, el militar Fernando Carrera y el obrero José Urra, mueren a balazos en diversos incidentes y distintos puntos del país.[1]

    El paro finalizó el 5 de noviembre de 1972, tras el nombramiento de miembros de las Fuerzas Armadas como ministros de Estado: el comandante en jefe del ejército, Carlos Prats, asumió en Interior; el contralmirante Ismael Huerta en Obras Públicas; y el general de Brigada Claudio Sepúlveda Donoso en Minería.[29]​ Este gabinete duró hasta las elecciones parlamentarias de marzo de 1973.

    El gobierno aprovechó la paralización de los camioneros opositores para utilizar parte del sistema Synco. Mediante las máquinas de télex que formaban parte del proyecto cibernético, el gobierno fue capaz de coordinar el transporte de alimentos a la ciudad con los cerca de 200 camiones leales a Allende y que no se encontraban en paro.[30]

    Véase también

    editar

    Referencias

    editar
    1. a b Labin, Suzanne (1982). Chile, the Crime of Resistance (en inglés). Foreign Affairs Publishing Company. ISBN 978-0-900380-32-7. Consultado el 6 de marzo de 2023. 
    2. Fernández, Alex (1985). Dictadura militar y oposición política en Chile 1973–1981. p. 170. 
    3. a b c d e f Rojas, Susana (8 de junio de 2003). «El paro que coronó el fin ó la rebelión de los patrones». El Periodista. Archivado desde el original el 25 de mayo de 2016. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    4. a b «La Unidad Popular». Icarito. Archivado desde el original el 5 de marzo de 2016. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    5. Braum, Juan et al. (2000). Economía chilena 1810-1995: estadísticas históricas. Santiago: Universidad Católica de Chile. 
    6. «La Marcha de las Cacerolas Vacías». La Segunda. 20 de enero de 2008. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    7. «Biblioteca del Congreso Nacional de Chile - BCN». www.bcn.cl. Consultado el 28 de septiembre de 2023. 
    8. a b «Los gremios: La guerra como un paro». La Tercera. 8 de diciembre de 2013. Archivado desde el original el 5 de marzo de 2016. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    9. Rojas, Jorge (julio-diciembre 2009). «Los estudiantes secundarios durante la Unidad Popular, 1970-1973». Historia II (42): 471-503. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    10. a b «Los paros y manifestaciones más polémicos de los últimos diez gobiernos». El Mercurio. 28 de agosto de 2011. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    11. a b «1973 ¡Nuestra lucha sigue!». El Camionero. enero-febrero de 1973. Archivado desde el original el 5 de noviembre de 2014. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    12. «Copia archivada» (PDF). Archivado desde el original el 6 de enero de 2011. Consultado el 11 de mayo de 2015. 
    13. a b c Bitar, Sergio. Chile, 1970-1973: asumir la historia para construir el futuro. pp. 173-181. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    14. El Rol de la violencia política en los Partidos Comunista y Socialista durante el Gobierno de la Unidad Popular.. 2011. 
    15. «Miguelitos» (PDF). La Nación. 21 de octubre de 1972. Consultado el 29 de octubre de 2023. 
    16. «Octubre de 1972» (PDF). rrojasdatabank.info. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    17. «Hora de triunfo para el gremialismo». El Mercurio. 6 de noviembre de 1972. 
    18. «Rafael Cumsille: 10 datos que tienes que saber sobre el dirigente de Conapyme que protagonizó «encerrona» al Presidente Boric». The Clinic. 21 de octubre de 2022. 
    19. a b «Los mil días de Allende» (PDF). Centro de Estudios Públicos. 1997. Consultado el 13 de febrero de 2024. 
    20. a b Salgado, Alfonso (agosto de 2020). «La batalla por la opinión pública: Radiodifusión y política comunicacional en la vía chilena al socialismo» (PDF). Hispanic American Historical Review 100 (3). Universidad Diego Portales. pp. 493-525. Consultado el 13 de febrero de 2024. 
    21. «Cadena obligatoria de radioemisoras en el país» (PDF). Diario de Sesiones de la Cámara. 25 de octubre de 1972. Consultado el 13 de febrero de 2024. 
    22. «Actitud provocadora de radios Balmaceda, Yungay y Agricultura» (PDF). La Nación. 24 de octubre de 1972. p. 8. Consultado el 13 de febrero de 2024. 
    23. «El derecho chileno y el presidente Allende III. D. La libertad de expresión y las radioemisoras». Revista Chilena de Derecho 2 (3/6). junio-diciembre de 1975. Consultado el 13 de febrero de 2024. 
    24. «Finalizó la cadena nacional de emisoras» (PDF). La Nación. 28 de octubre de 1972. p. 8. Consultado el 13 de febrero de 2024. 
    25. Campero, Guillermo (2003). «La relación entre el Gobierno y los grupos de presión: El proceso de la acción de bloques a la acción segmentada». Revista de Ciencia Política XXIII (2): 159-176. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    26. «Inserción para que Chile reanude su marcha». El Mercurio. 22 de octubre de 1972. 
    27. «Чили. Эскалация контрреволюции. Открытые столкновения» [Escalada de la contrarrevolución. enfrentamientos abiertos]. web.archive.org (en ruso). 17 de mayo de 2014. Archivado desde el original el 17 de mayo de 2014. Consultado el 4 de marzo de 2023. 
    28. Trumper, Camilo D. «The Día del Silencio and the Everyday as Political». "A Ganar la Calle:" The Politics of Public Space and Public Art in Santiago Chile, 1970-1973. pp. 181 y ss. Archivado desde el original el 5 de noviembre de 2014. Consultado el 4 de diciembre de 2014. 
    29. Vial, Gonzalo. Chile en el siglo XX. pp. 370-371. 
    30. Medina, Eden (2011). MIT, ed. Cybernetic Revolutionaries: Technology and Politics in Allende's Chile (PDF) (en inglés). Boston: MIT Press. pp. 146-151. ISBN 978-0-262-01649-0. Consultado el 05092023. 

    Enlaces externos

    editar