- «Zeb es el músculo del grupo. Es bueno rompiendo cosas, incluyendo las que no quiere romper»
- ―Ezra Bridger
Garazeb Orrelios, comúnmente conocido como Zeb, fue un rebelde lasat que formó parte de la tripulación del Espíritu. Antes de unirse a los Espectros, Zeb fue capitán de la Guardia del Alto Honor de Lasan, y fue entrenado para luchar con su rifle-bo. Fue uno de los pocos lasat que sobrevivieron a la devastación de su planeta natal Lasan y como resultado, desarrolló un profundo odio hacia el Imperio Galáctico. Como miembro de los Espectros liderados por la twi'lek Hera Syndulla y el Jedi Kanan Jarrus, Zeb participó en numerosos asaltos y misiones contra el Imperio. Aunque era temperamental e impulsivo, Zeb también era compasivo y poseía un fuerte código moral.
Zeb quedó afectado por el golpe que supuso ser testigo de la destrucción de su planeta Lasan. A pesar de su escepticismo ante los asuntos espirituales, Zeb recuperó un atisbo de fe cuando fue capaz de usar, tras la insistencia de sus compatriotas lasat Chava y Gron, su fusil-bo para guiar al Espíritu a través de un cúmulo de estrellas hasta llegar al mundo natal originario de los lasat, Lira San. La moral de Zeb subió tras descubrir que no era el último lasat. Más adelante, Zeb entabló amistad con su enemigo más odiado, el Agente Alexsandr Kallus del Buró de Seguridad Imperial, cuando ambos se quedaron atrapados en Bahryn, la luna helada de Geonosis. Allí, ambos tuvieron que trabajar juntos para sobrevivir, y debido a su amistad con Zeb, Kallus se cuestionó su opinión acerca de la red rebelde y terminó convirtiéndose en el espía e informador rebelde conocido como Fulcrum.
Tras conocer que formaban parte de un gran conjunto de células rebeldes, Zeb y sus compañeros continuaron haciendo frente a numerosas amenazas como Darth Vader, los inquisidores, el antiguo Sith Maul e incluso el Gran Almirante Thrawn. En ocasiones, Zeb trabajó con criminales como el pirata Hondo Ohnaka y el señor del crimen Azmorigan. Aunque Zeb no sentía un gran respeto por los droides Chopper y AP-5, los tres comenzaron a respetarse mutuamente tras enfrentarse juntos a un droide infiltrador E-XD conocido como EXD-9.
Zeb permaneció como miembro de los Espectros cuando el conjunto de células rebeldes de la galaxia se unieron para formar la Alianza Rebelde. Tras la Batalla de Atollon, Zeb contribuyó a la Liberación de Lothal por parte de Ezra Bridger. En el 4 DBY, después de la Batalla de Endor, Zeb y su antiguo adversario Kallus viajaron a Lira San juntos para vivir con el pueblo lasat.
Biografía[]
Vida temprana[]
- Kanan Jarrus: «¿Estás avergonzando a los imperiales de nuevo?»
- Zeb: «Honestamente Kanan, es difícil no hacerlo.»
- — Kanan Jarrus y Zeb Orrelios [fuente]
Garazeb Orrelios nació en el planeta Lasan.[1] De niño, tuvo un amigo que fue atacado por una criatura en una cueva subterránea. El hermano de su amigo salvó más tarde a su amigo de la criatura, y nunca más fue visto.[8] Luego Zeb fue reclutado como miembro de la Guardia del Alto Honor de Lasan, en la que recibió entrenamiento de combate y militar, así como su rifle-bo, el arma de la Guardia de Honor. Zeb ostentó el rango de Capitán y estuvo encargado de proteger a la familia real de Lasan y a su pueblo.[9] Todo ello llegó a su fin cuando el Imperio Galáctico devastó Lasan con rifles disruptores de iones T-7 y extermino a casi toda la población del planeta, incluida la familia de Zeb, a excepción de su abuela. Debido a estos acontecimientos, Zeb desarrolló un profundo odio por el Imperio.[1] Zeb tenía pesadillas acerca de los Imperiales desintegrando a su pueblo.[10] A sus 39 años de edad, Zeb se había unido a la célula rebelde conocida como los Espectros en su lucha contra el Imperio. Esta pequeña banda rebelde, que operaba principalmente en Lothal hacia el año 4 ABY, estaba integrada por la capitana twi'lek Hera Syndulla, el Jedi oculto Kanan Jarrus, la adolescente mandaloriana Sabine Wren, y el droide astromecánico C1-10P. Los Espectros operaban desde el Espíritu, un carguero ligero VCX-100 que poseía una lanzadera auxiliar conocida como el Fantasma.[1] En algún momento, Orrelios se hizo amigo de Mindiz, una joven niña cuyos padres habían sido arrestados por intentar evitar que el Imperio Galáctico se apropiara de sus tierras.[11]
En algún momento después de su unión a los rebeldes, una misión requería un encuentro entre Zeb y Kanan Jarrus en un callejón de Lothal. Zeb llegó a un callejón equivocado, y encontró a dos soldados de asalto acosando a un proveedor ugnaught y a su droide astromecánico. Para proteger al Ugnaught, Zeb inició una pelea con varios soldados de asalto y un piloto de cazas TIE. En su afán por matar a Zeb, los imperiales destruyeron accidentalmente un caza TIE, la explosión del cual los incapacitó. Zeb se paseó por los restos de la nave para reunirse con el proveedor ugnaught, que ofreció a Zeb una recompensa en efectivo por su ayuda. Zeb se negó a aceptarla, cogiendo en su lugar una pieza de fruta del proveedor.[5]
A bordo del Espíritu[]
Atraco en Lothal[]
Más tarde, Zeb participó en el robo de las cajas de un convoy de suministros Imperial, con Kanan Jarrus y Sabine Wren. Cuando habían logrado robar las cajas, un joven llamado Ezra Bridger se las quitó, por lo que Zeb y Kanan fueron tras él. Bajo las órdenes de Kanan, Zeb se deshizo de los imperiales que los perseguían y se quedó con parte de las cajas robadas que habían logrado recuperar, diciendo que acabaría con Ezra si Kanan lo atrapaba. Kanan continuó persiguiendo al ladrón. Zeb y sus compañeros rebeldes se reagruparon a bordo de su nave, el Espíritu e hicieron subir a bordo a Ezra mientras les perseguían varios cazas TIE. Zeb y Ezra pronto tuvieron roces, y cuando Ezra se burló de su olor, Zeb lo agarró por una pierna y lo encerró en un armario.[12]
Zeb y los rebeldes fueron capaces de escapar de sus perseguidores y regresaron a Lothal donde aterrizaron cerca de Ciudad Tarkin, llamada así por el Gran Moff Wilhuff Tarkin, el responsable de la pérdida de las tierras de los granjeros que poblaban la ciudad. Zeb, junto con Sabine y Ezra entregó tres de las cajas robadas llenas de comida para la gente de Ciudad Tarkin, y poco después regresó al Espíritu para participar en otra misión, que consistía en rescatar a unos prisioneros wookiees.[12]
Rescatando wookiees[]
Luego, el Espíritu se acopló a un transporte Imperial donde presuntamente estaban encerrados los wookiees. Entonces, los rebeldes hicieron pasar a Zeb por un wookiee sin pelo. Sin embargo, antes de que los soldados de asalto pudieran creer o no que Zeb era un wookiee, Orrelios los incapacitó con un fuerte puñetazo. Desafortunadamente, Zeb y los rebeldes no sabían que iban hacia una trampa hasta que Ezra llegó para advertirles. Durante su huida del transporte imperial, Ezra fue capturado por el Agente Alexsandr Kallus, mientras Zeb lo abandonaba para poder escapar, pero no sin antes decirle a Ezra que había obrado bien bien. Más tarde sus compañeros rebeldes decidieron volver para rescatar a Ezra, después de hacer votaciones y ganar por tres votos contra dos.[12]
Después de rescatar a Ezra, Zeb acompañó a sus compañeros a rescatar a los wookies en Kessel, donde habían sido llevados para trabajar en sus minas de especias. Allí, se inició una lucha entre los Espectros y los wookiees contra los imperiales. En medio de la lucha, Kanan rebeló al Imperio Galáctico que era un Jedi, y sorprendió a todo el mundo a excepción de Zeb y Sabine, quienes ya sabían que Kanan pertenencia a la Orden Jedi. Zeb y los rebeldes rescataron con éxito a los wookies y después de que los wookiees se fueran, llevaron a Ezra de vuelta a Lothal. Al descubrir que Ezra era sensible a la Fuerza, Kanan le pidió que se uniera a ellos, cosa que Bridger aceptó. Desde entonces, Zeb tuvo que compartir su habitación de la nave con él.[12]
Disruptores imperiales[]
Poco tiempo después, los Espectros realizaron una misión para robar unos disruptores imperiales y vendérselos al señor del crimen Cikatro Vizago, para así lograr dinero. Los rebeldes engañaron a la ministra de Lothal Maketh Tua y lograron robar las armas, huyendo con C-3PO y R2-D2, que ejercían de traductores de Tua, a bordo del Espíritu. Durante la misión, Zeb descubrió que esos disruptores habían sido utilizados previamente por el Imperio Galáctico para casi exterminar a su especie, los lasat.[13]
A bordo del Espíritu, C-3PO, convencido de que había sido secuestrado por criminales, contactó con el Justiciero, y pidió ayuda al Agente Alexsandr Kallus, proporcionándole la ubicación de los rebeldes. Kallus, satisfecho, le prometió que llegaría pronto en su ayuda. Kallus irrumpió en plena negociación entre Vizago y los rebeldes. Vizago escapó del lugar sin dar su recompensa a los rebeldes y se inició una pelea entre ellos y el Imperio. Kallus confesó a Zeb que él había sido el oficial al mando de la destrucción de Lasan, el planeta de Orrelios. Entonces retó a Zeb a un combate con su rifle-bo AB-75, un arma que sólo podía ser llevada por los lasat. Orrelios se enfureció y empezó a pelear con Kallus, sacando también su propio Fusil-bo.[13]
Finalmente, Kallus ganó la pelea, y cuando estaba a punto de asesinar a Zeb, Ezra Bridger le empujó con la Fuerza, salvando la vida del lasat. Kanan ordenó a Hera Syndulla llevar a Ezra al Espíritu, junto a los demás rebeldes, R2-D2 y C-3PO; y recogió a Zeb del suelo para subirlo a bordo de la nave. Dentro de la nave, Zeb agradeció a Kanan su ayuda, pensando que él era quien le había salvado la vida. Jarrus le contó a Orrelios que había sido Ezra quien le había salvado la vida. Sorprendido, Zeb le hizo un gesto de gratitud con la cabeza a Ezra, y se marchó a sus aposentos a descansar.[13]
Recolectando meilooruns[]
Más tarde, Ezra Bridger y Orrelios se enzarzaron en una pelea, por lo que Hera Syndulla los envió a la ciudad para comprar suministros y les dijo que no volvieran sin una fruta llamada meiloorun. La pareja encontró algunos, pero que ya habían sido vendidos al Imperio. Después de no poder conseguir un meiloorun con la Fuerza, Ezra trató de robar varios meiloorun, pero fue descubierto por los soldados de asalto que los custodiaban. Zeb y Ezra se separaron, y Zeb fue acorralado por dos soldados y un caza TIE pilotado por Valen Rudor. Zeb saltó sobre el TIE y tiró al piloto fuera, secuestrando el caza y despegando. Encontró a Ezra huyendo de los soldados por los tejados y le dijo que sólo le dejaría entrar en el caza en caso de que reconociera que en ese preciso instante le estaba compensando por haberle salvado de Alexsandr Kallus. Ezra aceptó que Zeb le dejara entrar en el caza como pago por haberle salvado anteriormente, y Zeb lo dejó entrar.[14]
Con Ezra a bordo del caza, Zeb empezó a perder el control del caza, y durante el proceso, varias frutas impactaron contra las ventanas del caza, impidiendo a Zeb ver por donde volaba. Ezra, gracias a la Fuerza, logró evitar que la nave se estrellara contra una colina. Cuando la pareja consiguió limpiar las ventanas, vieron humo saliendo de una granja. Acercándose a la granja, vieron que los imperiales habían secuestrado a Morad Sumar, un viejo conocido de Ezra, y a su familia. Entre los dos, consiguieron liberar a los prisioneros, robar un meiloorun del transporte que trasladaba a los prisioneros, y huir antes de que Yogar Lyste pudiera pedir refuerzos.[14]
Rescatando a Luminara[]
Tiempo después, Zeb asistió junto a C1-10P a una de las sesiones de entrenamiento Jedi de Ezra Bridger. Orrelios, se dedicó a estorbar a Bridger, que hizo caso omiso de las instrucciones de Kanan Jarrus, hasta que el chico se cayó del Espíritu, que estaba en pleno vuelo. Cuando hubieron rescatado a Ezra, los Espectros recibieron la información de que la Maestra Jedi Luminara Unduli estaba prisionera en La Aguja, en el planeta Stygeon Prime. Entonces, emprendieron una misión para rescatarla.[15]
Sin embargo, todo era una trampa tendida por El Gran Inquisidor para atraer a los Jedi supervivientes hacia su muerte. Sabine Wren, Ezra, Kanan y Zeb; se infiltraron en La Aguja, y mientras Orrelios y Wren esperaban a Jarrus y su Padawan en un ascensor, descubrieron que el Imperio Galáctico estaba bloqueando sus comunicaciones. Sabine decidió inutilizar todos los ascensores de La Aguja, y determinó que sería mejor huir siguiendo una ruta distinta.[15]
Mientras ambos esperaban, aparecieron Kanan y Ezra huyendo del Inquisidor. Juntos, Zeb y los demás rebeldes empezaron a correr buscando la salida de La Aguja. El Inquisidor ordenó cerrar todas las puertas de la prisión, y Zeb tuvo que sostener él mismo una de las puertas para que no se cerrase sin que sus compañeros la travesaran.[15]
Zeb y la tripulación del Espíritu lucharon contra varios soldados de asalto, y en última instancia, lograron subir a bordo de la nave de Hera Syndulla, escapando del Inquisidor.[15]
Destruyendo un cristal kyber[]
Después de que Ezra Bridger se infiltrara en la Academia para Jóvenes Imperiales durante semanas para robar un dispositivo con la ubicación de un transporte Imperial que contenía un cristal kyber enorme, Zeb y Sabine Wren se escondieron en una de las salidas de la Academia para esperar a Ezra. El día en que Bridger debía huir de la academia, el chico no apareció, por lo que Orrelios y sus compañeros decidieron dar un día más a Ezra para robar el dispositivo.[16]
Un día después, C1-10P otorgó a Zeb y Sabine el dispositivo, y Orrelios envió las coordenadas del transporte imperial a Kanan Jarrus y Hera Syndulla. El droide además, enseñó un holograma de Bridger a Orrelios y Sabine en el que el muchacho les informaba de que huiría al día siguiente de la academia tratando de salvar a Jai Kell, un chico sensible a la Fuerza que iba a ser llevado ante El Gran Inquisidor. Bridger contó su plan de huida a Zeb y Sabine, y ellos informaron de todo a Kanan.[16]
El día de la huida, Zeb recogió en un vehículo a Ezra, C1-10P, Jai Kell y Sabine; y escapó inmediatamente de la academia junto a ellos.[16]
Problemas con el Fantasma[]
Tiempo después, Hera Syndulla, Sabine Wren y Ezra Bridger participaron en una misión proporcionada por «Fulcrum», el contacto secreto de Hera. Al finalizarla, fueron perseguidos por tres cazas TIE mientras iban a bordo de la lanzadera del Espíritu, el Fantasma. Durante la huida, el Fantasma sufrió varios daños, siendo el más destacable una fuga en su depósito de combustible.[17]
Al llegar al Espíritu, Hera ordenó a Zeb, Ezra, y C1-10P reparar el Fantasma. Zeb y sus compañeros lograron reparar el Fantasma, a excepción del depósito de combustible. Cuando iban a reparar el depósito de combustible, C1-10P creó una distracción que hizo a Ezra y Zeb olvidarse del Fantasma.[17]
Cuando Hera y Sabine fueron a realizar otra misión de "Fulcrum" en el Fuerte Anaxes, descubrieron que había una fuga en el depósito de combustible del Fantasma, y quedaron atrapadas en el asteroide. Tras quedar atrapadas en el asteroide, descubrieron que estaban rodeadas por una manada de fyrnocks, por lo cual solicitaron ayuda al Espíritu.[17]
Zeb y Ezra empezaron a discutir a gritos sobre lo que había ocurrido, y acordaron informar de ello a Kanan Jarrus sin confesar que la culpa de todo era suya. Cuando entraron en la habitación donde Kanan estaba meditando, éste les dijo que Sabine y Hera estaban en peligro. Bridger preguntó si lo había presentido, a lo que Kanan respondió que simplemente les había oído gritar a él y a Zeb.[17]
Poco después, Bridger y Orrelios llegaron a bordo del Espíritu para rescatar a Hera y Sabine. Durante el rescate, Ezra fue atacado por un fyrnock, y fue salvado por Sabine. Cuando la compuerta del Espíritu se estaba cerrando, un fyrnock se quedó atascado en ella, y Zeb lo apartó con su rifle-bo AB-75. Finalmente, todos escaparon del Fuerte Anaxes de una pieza.[17]
Día del Imperio[]
En el 4 ABY, durante el Día del Imperio, Zeb estuvo presente en el Puesto Espacial del Viejo Jho mientras tres pilotos imperiales importunaban a un rodiano tratando de encontrar a un disidente Imperial. Ezra Bridger, reconoció mediante una fotografía al fugitivo, llamado Tseebo, que era un antiguo amigo de sus padres desaparecidos. Entristecido por el recuerdo de sus padres y el hecho de que era su cumpleaños, Ezra se marchó del Puesto Espacial ante el asombro de Zeb y el resto de Espectros.[18]
Minutos más tarde, Zeb y sus compañeros planearon sabotear la celebración del Día del Imperio en Ciudad Capital. Escabulléndose entre la multitud, Zeb y Sabine Wren planearon una distracción para que Kanan Jarrus pudiera hacer explotar el nuevo TIE Avanzado v1 del Imperio, que estaba siendo expuesto por Maketh Tua ante los ciudadanos de Lothal. Sabine fue pasando varios explosivos a Zeb, que los lanzó por los aires. Los explosivos resultaron ser una combinación de fuegos artificiales, que distrajeron a todos los asistentes de la celebración, así como a los soldados de asalto que patrullaban por la zona.[18]
Aprovechando la distracción, Kanan colocó un explosivo en el caza TIE, que explotó poco después. Sabine y Zeb huyeron del lugar, y pronto se les unieron en la huida Kanan y Ezra, que acababa de volver de su torre. Estando a una distancia segura del lugar de la explosión, Zeb avistó en la lejanía al Agente Alexsandr Kallus, y lo apuntó con su rifle-bo AB-75, con intención de acabar con él. Kanan sugirió a Zeb que apuntara al Gran Inquisidor, y Orrelios, a regañadientes, aceptó.[18]
El Inquisidor esquivó los disparos de Zeb, y los Rebeldes de Lothal tuvieron que reemprender su huida. Ezra pensó en un lugar donde poder esconderse, pero adelantó que Zeb sería incapaz de acceder a ese escondite por culpa de su tamaño. Zeb se puso en contacto con Hera Syndulla para quedar en una localización concreta y ser recogido por el Espíritu. Por otra parte, Ezra, Kanan y Sabine escaparían de Ciudad Capital por su cuenta. De este modo, Zeb comenzó a subir por los tejados de las casas hasta reunirse con Hera a bordo del Espíritu.[18]
Mientras tanto, Ezra, Kanan y Sabine habían encontrado a Tseebo, a quien el Imperio Galáctico estaba buscando por poseer un implante cibernético con muchos de sus planes y haber decidido desertar, en la casa de Ezra. Los cuatro habían logrado apropiarse de un Transporte de Tropas Imperial, y estaban siendo perseguidos por los imperiales. Hera y Zeb los localizaron y se acercaron a su posición con el Espíritu, para que subieran rápidamente a bordo de la nave.[18]
Desde el Espíritu, Zeb divisó a Kallus subido en el transporte de los rebeldes. Motivado por su último encuentro con Kallus, Zeb lo disparó hasta aparentemente hacerlo caer del transporte. Sin embargo, Kallus había logrado agarrarse a un lateral del transporte. Hera aproximó al Espíritu sobre el transporte, y en pocos segundos, todo el mundo había subido a bordo de la nave, excepto Kanan. Cuando Kanan iba a subir al Espíritu, apareció Kallus y empezó a dispararlo. Desviando los disparos de Kallus, Kanan saltó y subió a bordo del Espíritucuando la nave estaba ascendiendo al espacio.[18]
Una vez en el espacio el Espíritu comenzó a ser perseguido por El Gran Inquisidor, que logró golpear e inutilizar a C1-10P. Al darse cuenta de que el droide de la tripulación había caído, Zeb ocupó su lugar y utilizó una de las torretas de la nave para repeler a los cazas que los estaban persiguiendo. Segundos antes de saltar al hiperespacio, El Inquisidor logró colocar un rastreador sobre el Fantasma, una lanzadera de ataque que iba pegada al Espíritu.[19]
Tseebo informó a los rebeldes de que los imperiales habían colocado un rastreador en el Fantasma. Kanan, sabiendo que El Inquisidor podía percibir a Ezra y él mismo, decidió dirigirse con Ezra hacia el Fuerte Anaxes a bordo del Fantasma para despistar a los Imperiales.[19]
Cuando ambos se hubieron ido, Zeb, Sabine y Hera llevaron a Tseebo ante «Fulcrum», uno de los contactos de Hera. Zeb y Sabine se quedaron en la cabina del Espíritu mientras Hera y Tseebo entraban en la nave de «Fulcrum». Más tarde, Ezra y Kanan regresaron, y Zeb felicitó a Kanan por haber vencido a los Imperiales de nuevo.[19]
Visiones de Ezra[]
En una incursión en el Templo Jedi de Lothal, Ezra Bridger tuvo una visión en la cual Zeb comentaba junto a Hera Syndulla y Sabine Wren su convencimiento de que Bridger estaba condenado al fracaso. Cuando se daba cuenta de que Bridger los estaba escuchando, Orrelios pedía al chico que entendiera su forma de pensar. Entonces, aparecía El Gran Inquisidor y mataba a Zeb, Sabine y Hera.[20]
Después de esa incursión en el templo jedi, Ezra logró un cristal kyber, con el que construyó su primer sable de luz. Zeb, comentó a sus compañeros que le sorprendería que Ezra fuera capaz de construir un sable de luz usando la chatarra que habían recopilado anteriormente los rebeldes. Cuando Ezra acabó su sable de luz, lo enseñó a Zeb y los demás, que lo contemplaron con admiración.[20]
Trabajando para Lando[]
Más tarde, Zeb jugó a una partida de sabacc con Lando Calrissian y Tskolo en el Puesto Espacial del Viejo Jho, apostando a C1-10P con la aprobación de Kanan Jarrus. Tras perder a C1-10P en la apuesta, Lando ofreció a Zeb y Jarrus que trabajasen para él a cambio de la devolución de C1-10P.[21]
Cuando llegaron al Espíritu, Kanan presentó a Lando al resto de la tripulación. Cuando Hera Syndulla se enteró de la pérdida de Chopper, se enfadó con Orrelios, y tras enterarse de la implicación de Kanan en el suceso, se enojó aún más, llegando a pegar un puñetazo a Kanan mientras mientras gritaba que C1-10P era un miembro más del equipo.[21]
Durante su estancia a bordo del Espíritu, Lando se ganó la antipatía de Zeb, que estaba convencido de que Lando había hecho trampas jugando al Sabacc. Ezra Bridger opinó que Lando era un buen tipo, hasta que Calrissian empezó a galantear con Sabine Wren. Cuando Zeb vio el cambio de actitud de Ezra, empezó a reírse del chico.[21]
Luego, Lando explicó que necesitaba la ayuda de los Espectros para conseguir un cargamento propiedad del criminal Azmorigan, que después debía ser trasladado a Lothal travesando a escondidas un bloqueo Imperial. Antes de subir a bordo de la nave de Azmorigan junto a Hera y Kanan, Lando les pidió a ambos que le siguieran la corriente delante de Azmorigan, y les insinuó que la nave de Azmorigan tenía cápsulas de escape.[21]
Una vez reunido con Azmorigan, Lando ofreció al criminal a Hera a cambio de una cerda inflable, el cargamento que Lando quería introducir de contrabando en Lothal. Entonces, Kanan comenzó a protestar, pero sus quejas fueron acalladas por Hera, que aceptó ser la esclava de Azmorigan. Cuando Kanan y Lando volvieron al Espíritu, Zeb preguntó por Hera y se enteró de lo ocurrido. Sin embargo, Hera consiguió escapar de la nave de Azmorigan y fue recogida por el Espíritu.[21]
Cuando Hera se dirigía a la cabina del Espíritu para pilotar la nave, la cerda inflable de Lando fue asustada por Zeb, inflándose de inmediato y bloqueando el acceso a la cabina donde estaba Kanan. Mientras pasaban por el bloqueo Imperial de Lothal, Ezra asustó de nuevo a la cerda, que se infló todavía más, golpeando a Zeb y provocando que éste desactivara sin querer la baliza de ocultamiento del Espíritu.[21]
El Almirante Kassius Konstantine detectó a la nave rebelde y ordenó a varios cazas TIE que la persiguieran. Siguiendo los consejos de Hera, Kanan pilotó la nave a través de unas nubes y así logró deshacerse de los cazas. Luego, Lando hizo que los rebeldes lo llevaran junto a su cerdo globo a unas tierras que había comprado a Cikatro Vizago para que el cerdo buscara en ellas piedras preciosas. Allí, aparecieron de repente Azmorigan y sus hombres, que exigieron la muerte de Calrissian y la conversión en esclavos de los Espectros. Entonces, se produjo una pelea entre los hombre de Azmorigan y los rebeldes.[21]
Durante la pelea C1-10P arrastró una caja de combustible hasta el Espíritu, y cuando los hombres de Azmorigan iban a dispararlo, fue salvado por Zeb. En un momento dado, Zeb fue inmovilizado por Azmorigan, que exigió la muerte de Calrissian a cambio de salvar la vida de Zeb. Sin embargo, C1-10P, desde el Espíritu, disparó a Azmorigan aturdiéndolo. De ese modo, los rebeldes ganaron la pelea contra Azmorigan y sus hombres.[21]
Como recompensa, Lando devolvió a C1-10P a los rebeldes, y Hera recalcó a Calrissian que tenía una deuda con ellos. Lando se lamentó de no tener créditos para pagarles, y se despidió de los rebeldes. A bordo del Espíritu, Zeb y los demás descubrieron con grata sorpresa que durante su lucha con Azmorigan, C1-10P había robado un depósito de combustible a Lando, lo cual les podía servir para mantener en funcionamiento al Espíritu durante un tiempo más.[21]
Reunión con Trayvis[]
Tiempo después, Zeb colaboró en una de las sesiones de entrenamiento Jedi de Ezra Bridger, usando su arma para que Ezra desviara los disparos que emitía. En esa sesión, Bridger se desmayó, teniendo una visión que involucraba a Gall Trayvis, un supuesto senador y disidente imperial con las transmisiones del cual Bridger se había obsesionado. En ella, aparecía Trayvis luchando con los Espectros y revelando a Ezra que conocía a sus padres.[22]
Poco después, Trayvis emitió una transmisión. En ella, mediante un mensaje encriptado supuestamente indescifrable por el Imperio Galáctico, Trayvis pidió a cualquier fuerza rebelde del planeta Lothal que se reuniera con él. Zeb y sus compañeros, decidieron reunirse con el senador.[22]
Antes de entrar en el edificio donde se encontraba Trayvis, los rebeldes decidieron mantener ocultos en el exterior a Zeb y Sabine Wren como protección ante posibles emboscadas imperiales. Cuando Kanan Jarrus, Hera Syndulla y Ezra entraron en el edificio para reunirse con Trayvis, el senador y los rebeldes fueron emboscados por tropas imperiales, comandadas por el Agente Alexsandr Kallus y Maketh Tua.[22]
Trayvis sugirió a los rebeldes que se rindieran pero ellos se negaron a rendirse. Entonces, Zeb y Sabine atacaron a los imperiales usando granadas de humo y entre la confusión, los rebeldes lograron salir del edificio llevándose a Trayvis consigo. Cuando los rebeldes iban a escapar metiéndose en una alcantarilla, Trayvis fue reticente a seguir sus instrucciones, pero finalmente accedió a ello. Luego los rebeldes se dividieron en dos grupos, por lo que Zeb se tuvo que marchar con Kanan y Sabine.[22]
Cuando Zeb, Kanan y Sabine se reunieron con Hera y Ezra, se encontraron a Trayvis inconsciente, y descubrieron que era un agente del Imperio. Entonces, los rebeldes escaparon del lugar con la ayuda de C1-10P, que había tomado el control de una de las salidas de la alcantarilla.[22]
Tomando una torre de comunicaciones imperial[]
Tras escuchar una entrevista a Gall Trayvis en la HoloNet en la que el senador acusaba a los Espectros de criminales, Zeb reaccionó con gran indignación, incapaz de escuchar más mentiras por parte de Trayvis. Entonces, Zeb y sus compañeros decidieron hackear una torre de comunicaciones imperial para desmentir esas falsas acusaciones y mandar un mensaje a la población de Lothal y otros planetas cercanos.[23]
Durante la toma de control de la torre, Zeb se apostó en una de las torretas que defendían a la torre, y procedió a derribar a los vehículos imperiales que se aproximaban a su posición. Cuando el número de imperiales comenzó a augmentar, Zeb fue recogido a bordo de una moto deslizadora por Ezra Bridger justo antes de que su torreta explotara. Luego, Kanan Jarrus se quedó atrás para distraer a los imperiales que se acercaban y permitir así escapar a Zeb y a sus compañeros.[23]
Mientras Zeb y los demás rebeldes huían del lugar a bordo del Fantasma, Kanan fue capturado y llevado ante el Gran Moff Wilhuff Tarkin. Poco después, Ezra logró transmitir un mensaje incitando a la rebelión a través de la torre, que fue destruida bajo las órdenes de Tarkin poco después para evitar más transmisiones.[23]
Liberando a Kanan[]
Para tratar de liberar a Kanan Jarrus de su cautiverio, Zeb, Ezra Bridger, Sabine Wren y C1-10P intentaron sabotear un Módulo de Defensa Todo Terreno para obtener la ubicación de Kanan. Sin embargo, Zeb y sus compañeros fracasaron y tras la destrucción del PT-TD, tuvieron que huir a bordo del Fantasma.[24]
Después de que Hera Syndulla hablara con «Fulcrum», la twi'lek ordenó a sus compañeros no emprender más intentos por rescatar a Kanan. Sin embargo, Zeb y los otros rebeldes decidieron desobedecer a Hera, aunque en un principio Zeb fue algo reticente a desobedecer las órdenes de Hera. Con la ayuda de C1-10P; Zeb, Ezra y Sabine lograron salir del Espíritu a bordo del Fantasma sin que Hera los oyera.[24]
Al reunirse con Cikatro Vizago para tratar de obtener el paradero de Kanan, Ezra reveló a Vizago que tanto él como Kanan eran Jedi; a pesar de que Zeb y Sabine le recomendaron que no lo hiciera. Mientras Ezra negociaba con Vizago en su nave, apareció Hera, a quien C1-10P había tenido que confesar el paradero de Zeb y sus compañeros.[24]
Tras hablar con Ezra, Hera decidió seguir intentando rescatar a Kanan. Siguiendo un nuevo plan, Sabine pintó a C1-10P de negro para hacerlo pasar por un droide imperial. Luego, los rebeldes secuestraron a 264, un droide Imperial encargado comunicar a los imperiales de Lothal con los imperiales situados en la órbita del planeta.[24]
Mientras C1-10P se hacía pasar por 264 a bordo de una nave imperial, el Espíritu comenzó a atacar a los imperiales como distracción. Durante la lucha, la parte del Espíritu en la que se encontraba Zeb comenzó a arder. Sin embargo, el fuego fue apagado por 264, que se ganó el aprecio de Zeb.[24]
A bordo de la nave, C1-10P logró obtener la ubicación de Kanan y huyó saltando al espacio. Allí, fue recogido por el Espíritu, la tripulación del cual descubrió que Kanan iba a ser trasladado a Mustafar.[24] Luego, Sabine distrajo a varios soldados de asalto mientras Zeb y Erza robaban un crucero gozanti imperial. Zeb pilotó la nave imperial, y tras recoger a Sabine, escapó del lugar. A continuación, los rebeldes juntaron al Espíritu, el crucero gozanti robado y un caza TIE que había sido robado por Zeb y Ezra hacía semanas en Kothal, para iniciar el rescate de Kanan.[25]
Poco antes de partir, Zeb manifestó que le parecía ridículo que Sabine y Ezra hubieran pintado el TIE robado. Después, los rebeldes se dirigieron a Mustafar, donde C1-10P acopló el crucero gozanti en el que los rebeldes viajaban al Destructor Estelar en el que se encontraba Kanan. Al irrumpir en el Destructor, una bomba de Satine deshabilitó la electricidad de la nave temporalmente.[25]
Mientras Ezra iba a rescatar a Kanan; Zeb, Sabine y Hera procedieron a causar estragos por todo el Destructor Imperial, atacando a los soldados de asalto que se cruzaban en su camino. Tras la muerte de El Gran Inquisidor y el rescate de Jarrus; Zeb, Sabine y Hera huyeron a bordo de su caza TIE, mientras Kanan y Ezra huían a bordo del TIE del Inquisidor.[25]
Durante su huída, los rebeldes fueron interceptados por una multitud de cazas TIE, hasta que una flota rebelde comandada por «Fulcrum», quien había sido avisado por C1-10P, acudió en su rescate. De ese modo, los rebeldes pudieron escapar del lugar con Kanan sano y salvo.[25]
Más tarde, a bordo del Espíritu, los rebeldes recibieron una transmisión de Bail Organa, que les informó de la existencia de más células rebeldes, un hecho que Zeb desconocía. Luego, apareció «Fulcrum», que había estado pilotando el Espíritu durante el rescate de Kanan, y que se reveló a sí mismo como Ahsoka Tano, la antigua Padawan de Anakin Skywalker.[25]
Trabajo con la Red Rebelde[]
El Asedio de Lothal[]
Más adelante, Zeb y los Espectros llevaron a cabo junto al Escuadrón Fénix, comandado por Jun Sato, una misión consistente en atacar un convoy imperial con el fin de robar unos generadores de escudo imperiales. Durante la misión, Zeb deseó estar en tierra firme en lugar de a bordo del Espíritu, y se encargó de acoplar los generadores de escudo Imperiales a su nave para poder retirarse.[26]
Poco después, los rebeldes recibieron una llamada de auxilio procedente de la ministra de Lothal, Maketh Tua, que había decidido desertar del Imperio Galáctico. Zeb fue partidario de ignorar la petición de Tua, pero cuando ésta prometió proporcionar a los rebeldes información secreta del Imperio, Zeb y sus compañeros se dirigieron a Lothal para sacar a la ministra Tua a salvo del planeta.[26]
Allí, Zeb permaneció junto a C1-10P vigilando el transporte con el cual habían llegado al planeta. Luego, Zeb tuvo que pilotar el transporte hasta la posición de los rebeldes, que habían sido emboscados por el Agente Alexsandr Kallus y debían retirarse tras la muerte de Maketh Tua a manos de los imperiales. Cuando los rebeldes trataban de huir, su transporte fue derribado, y decidieron esconderse en la antigua casa de Ezra Bridger.[26]
Desde allí, fueron testigos de como el reportero Alton Kastle los acusaba de haber asesinado a la ministra Tua. A continuación, varios soldados de asalto entraron en la casa, por lo que los rebeldes decidieron dirigirse al complejo imperial de Lothal para robar una nave. Ocultándose en cajas, Zeb, Hera Syndulla, C1-10P y Sabine Wren lograron entrar en el complejo imperial, siendo transportados por Kanan Jarrus y Ezra Bridger, disfrazados de soldado de asalto y cadete imperial respectivamente. Allí, Zeb y sus compañeros localizaron un transporte y varios generadores de escudo de nivel militar, que decidieron llevar al transporte.[26]
Mientras subían a bordo del transporte los generadores de escudo, llegó al lugar el Lord Sith Darth Vader junto a un escuadrón de soldados de asalto. Zeb y Sabine se enfrentaron a los soldados mientras Kanan y Ezra combatían a Darth Vader; y Hera y C1-10P ponían en marcha el transporte que iban a robar. Cuando Vader estaba a punto de matar a Ezra y Kanan, Zeb y Sabine lanzaron unos detonadores termales, que provocaron que dos PT-TD cayeran sobre Vader.[26]
A pesar de eso, Vader sobrevivió, quitándose de encima a los PT-TD mediante la Fuerza y volviendo a perseguir a los rebeldes. Poco antes de ser alcanzados por Vader, los rebeldes huyeron a bordo del transporte imperial robado. Gracias a la ayuda de Lando Calrissian, los rebeldes obtuvieron varios transpondedores, que les permitirían despistar a los imperiales para abandonar Lothal sin problemas. Antes de salir del planeta, Zeb se enteró de que Ciudad Tarkin había sido quemada por el Imperio, por lo que trató de ir a atacar a los Imperiales, siendo frenado por Kanan.[26]
Finalmente, los rebeldes abandonaron Lothal y se reunieron con la flota del Escuadrón Fénix. Cuando estuvieron allí, se dieron cuenta de que el transporte imperial robado en el que habían viajado tenía un localizador imperial. En ese momento, Darth Vader llegó a bordo de su TIE Avanzado x1. Entonces, Zeb, sus compañeros y Ahsoka Tano decidieron subir a bordo del Espíritu para enfrentarse a Vader.[26]
Al finalizar el combate, gran parte de la flota del Escuadrón Fénix había sido destruida o dañada. Además, Ahsoka estaba sobrecogida por haber descubierto la verdadera identidad de Darth Vader, su antiguo maestro, aunque no reveló su descubrimiento a los rebeldes. Cuando Kanan afirmó ante Ezra y Ahsoka que el valor más grande residía en saber cuándo no luchar, Zeb y el resto de sus compañeros añadieron que estarían junto a Kanan tanto en los momentos en los que hacía falta luchar como en los que no era necesario.[26]
Buscando aliados[]
Tras el Asedio de Lothal, Zeb y los demás Espectros se reunieron con Ahsoka Tano y Jun Sato. Durante la reunión, Ezra Bridger propuso encontrar una base para la red rebelde, con lo que Sato se mostró de acuerdo. Sin embargo, Hera Syndulla recalcó que los rebeldes no poseían ninguna ubicación en la cual establecer una base con ventajas tácticas para proteger a la flota. Kanan Jarrus sugirió centrarse en ayudar a los necesitados en lugar de centrarse en la base, y Hera respondió que serían incapaces de ayudar a nadie si no podían ayudarse a ellos mismos. A continuación deseó tener más aliados.[27]
Entonces, Ahsoka afirmó que conocía a un gran líder experto en estrategia y en los Territorios del Borde Exterior que podría unirse a los rebeldes y ayudarles a encontrar una nueva base con sus conocimientos. Sato preguntó cómo podrían localizar a ese líder, el capitán clon CT-7567, apodado «Rex». Ahsoka contestó que perdió su ubicación hacía mucho tiempo, y que no había logrado jamás contactar con él. Sin embargo, también informó de que había algo que aún no había intentado para localizarlo.[27]
Sabiendo que Rex había sido visto por última vez en el sistema Seelos, Ahsoka encomendó a los rebeldes seguir la pista de Rex usando la cabeza de un droide táctico. Hera pilotó el Espíritu hasta el planeta Seelos, y una vez allí descubrió que C1-10P no había reparado el hiperimpulsor de la nave, por lo que el Espíritu no estaba totalmente funcional. Con la intención de quedarse a reparar la nave, Hera pidió a sus compañeros que aterrizaran en Seelos a bordo del Fantasma mientras ella permanecía con C1-10P en la órbita del planeta.[27]
Gracias a la cabeza del droide táctico, los rebeldes lograron encontrar a Rex, Wolffe y Gregor, a bordo de un AT-TE. Ezra, preguntó a los clones acerca del número 7567. Rex, sorprendido, respondió que ese era su número de nacimiento. Cuando Kanan se dio cuenta de que Rex y sus compañeros eran clones, encendió alarmado su sable láser tratando de prevenir un posible ataque de los clones.[27]
Entonces, Wolffe se dio cuenta de que Kanan era un Jedi, y pensando que Jarrus quería vengarse de ellos por los hechos acaecidos durante la Orden 66, atacó al Jedi. Zeb ordenó a Wolffe soltar sus armas, a lo que Gregor respondió afirmando que como Zeb intentase desarmar a Wolffe, le atacaría. Rex de inmediato logró calmar a Gregor, y un poco más tarde también consiguió tranquilizar a Wolffe. Cuando todo se hubo calmado, los rebeldes informaron de que venían de parte de Ahsoka Tano, y pidieron a Rex y sus compañeros que se unieran a la Red Rebelde y les proporcionaran la ubicación de lugares ideales para establecer una base rebelde.[27]
Sin embargo, los clones se negaron a unirse a la Red Rebelde, aunque Rex aceptó proporcionar ubicaciones posibles para establecer una base. En una conversación privada con Rex y Gregor, Wolffe instó a sus compañeros a no colaborar con los Jedi, temiendo lo que el Imperio Galáctico podía hacerles si descubría que habían ayudado a un Jedi. Gregor no obstante, desoyó las advertencias de Wolffe y se mostró de acuerdo con Rex en proporcionar información a los rebeldes. Luego pidió a los rebeldes que le ayudaran a cazar un gran joopa, y solicitó la especial colaboración de Zeb.[27]
Mientras Zeb caminaba atado al AT-TE de los clones, Gregor insinuó a Ezra que a los joopas les encantaban los lasats, creyendo que eso era por causa de su olor. Descubriendo que Gregor quería usar a Zeb como cebo para cazar un joopa, Ezra instó a Zeb a correr de vuelta al AT-TE. Sin embargo, un gran joopa se tragó a Zeb, que estaba atado al AT-TE.[27]
No obstante, el joopa fue incapaz de huir del lugar, puesto que en su estómago se encontraba Zeb, que seguía atado al AT-TE. Finalmente, los clones lograron matar al joopa, y Gregor ayudó a Zeb a salir del animal. Zeb rechazó la ayuda de Gregor molesto, pero cuando el clon le mostró su admiración por haber capturado a un joopa tan enorme, Zeb se sintió alagado y entabló amistad con Gregor. A continuación, Gregor invitó a los rebeldes a quedarse a comer joopa con él y sus compañeros. Zeb fue el primero en aceptar la propuesta entusiasmado.[27]
Mientras Gregor permanecía con Zeb a los pies del AT-TE, Sabine Wren descubrió que uno de los clones había informado al Imperio de su presencia, y que anteriormente los clones habían recibido solicitudes de ayuda de Ahsoka que no habían respondido. Kanan se enfureció y exigió a sus compañeros abandonar inmediatamente el lugar, pero Ezra lo retuvo. Entonces, Rex afirmó que él en ningún momento había recibido ningún tipo de transmisión de Ahsoka, y preguntó a Wolffe si había sido él quien había alertado al Imperio de la presencia de los rebeldes y quien le había ocultado las solicitudes de ayuda de Ahsoka.[27]
Wolffe admitió su culpabilidad, argumentando que había hecho todo eso con la intención de proteger a Gregor, Rex y él mismo. Rex contestó a Wolffe que la guerra había acabado desde hacía mucho tiempo, y que todos ellos eran hombres libres para hacer lo que quisieran. Luego, añadió que no podían vivir con miedo al Imperio durante el resto de sus vidas, puesto que eso no era libertad. Finalmente, Wolffe admitió profundamente arrepentido que había cometido un error al traicionar a los rebeldes, cuyo bando era el correcto, y se disculpó.[27]
A continuación, un droide sonda Imperial fue descubierto en las inmediaciones, tras haber espiado a los clones y a los rebeldes por orden del Agente Alexsandr Kallus. El droide atacó a Zeb y a Gregor, quienes se tiraron al suelo para no recibir los disparos del droide. Al final, Rex logró abatir al droide, pero a pesar de todo, ya era demasiado tarde. El droide había dañado la nave de los rebeldes y las tropas del Imperio se acercaban a su posición.[27]
Escaramuza en Seelos[]
Tras el ataque del droide sonda Imperial, los clones proporcionaron a los rebeldes la ubicación de todas las bases abandonadas del Borde Exterior. Zeb trató de convencer a los clones para que se unieran a la red rebelde afirmando que no luchaban mal para ser unos hombres mayores. Poco después, el Agente Alexsandr Kallus se puso en contacto con Wolffe, que anteriormente había avisado al Imperio Galáctico de la presencia de Jedi, para que le proporcionara sus coordenadas.[28]
Como Wolffe se había arrepentido de lo que había hecho, trató de engañar a Kallus alegando que en realidad no había visto a ningún Jedi y su ojo cibernético le había jugado una mala pasada. Sin embargo, Kallus no creyó a Wolffe por causa de las imágenes enviadas por el droide sonda imperial, y amenazó a los clones con rendirse o ser destruidos. El capitán Rex ignoró las amenazas de Kallus y cortó las comunicaciones con el Imperio.[28]
A continuación, un caza TIE se acercó al AT-TE de los clones. Zeb disparó al caza, y Rex le aconsejó doblar un poco las rodillas mientras disparaba para no malgastar munición. Zeb respondió a Rex que toda ayuda era bienvenida. Finalmente, Gregor logró destruir al TIE. Luego, Kanan Jarrus pidió a Sabine Wren que arreglara el Fantasma. Tras divisar 3 AT-AT Imperiales, Rex decidió retroceder y meterse en la tormenta de arena.[28]
Al entrar en la tormenta de arena, en la cual los escáneres de las máquinas no funcionaban, Rex propuso que Kanan usara la Fuerza para percibir dónde estaban los AT-AT enemigos y guiar a Wolffe, que estaba conduciendo el AT-TE. Kanan aceptó el plan y tras un rato, informó de que estaban rodeados. Por eso, Rex propuso que Ezra Bridger usara la Fuerza también para percibir a los AT-AT y derribar a uno de ellos disparando con un cañón. De ese modo se abriría una vía de escape para los rebeldes y los clones. Kanan se mostró también de acuerdo con ese plan.[28]
Después de que el plan tuviera éxito y el AT-TE abandonara la tormenta de arena, Kanan ordenó a sus compañeros subir al Fantasma. Zeb obedeció de mala gana, y subió a la nave rebelde. Cuando los rebeldes abandonaban el planeta, Ezra trató de convencer a Kanan para volver a ayudarles, argumentando que los clones iban a morir con total seguridad luchando contra los AT-AT restantes, y haciendo pensar a Kanan en cómo se sentiría Ahsoka Tano si supiera que Rex había muerto. Al final, Kanan reconoció que no quería que los clones murieran, y aceptó regresar para ayudarles. Al oír eso, Zeb se alegró enormemente.[28]
Cuando parecía que los clones iban a morir, Zeb, Ezra y Kanan asaltaron un AT-AT y mataron a sus pilotos. Luego dispararon al AT-AT restante, que fue destruido del todo por Rex. Los clones, agradecidos, hicieron un saludo militar a Kanan y reconocieron a modo de elogio que siempre sobrevivían a las batallas cuando tenían a un Jedi guiándolos. Además, los clones accedieron a unirse a la Red Rebelde. Así, Zeb, sus compañeros y los clones fueron recogidos por Hera Syndulla a bordo del Espíritu.[28]
Al reunirse con la flota, Zeb fue testigo del reencuentro entre Ahsoka y Rex, quienes hacía años que no se veían a pesar de haber tenido una relación muy estrecha durante las Guerras Clon.[28]
Amenaza inquisitorial[]
Tiempo después, a bordo del Espíritu, Zeb jugó una partida de dejarik con Rex. Rex logró ganar a Zeb, y dijo al lasat que no todo debía basarse en la fuerza física. Zeb respondió que tal vez se había estado dejando ganar. Poco después, Hera Syndulla pidió a Zeb, Sabine Wren y C1-10P que acudieran a una estación médica de la República Galáctica para recoger unos suministros. Cuando Zeb y los demás estaban a bordo del Fantasma a punto de partir, Ezra Bridger decidió unirse a la misión encargada por Hera.[29]
Al llegar a la estación, Zeb y sus compañeros se dirigieron al puente de control de la estación. Allí, C1-10P activó la energía en toda la estación, que pasó de estar a oscuras a encenderse por completo. Sin embargo, Sabine pidió a C1-10P que encendiera la energía sólo en el puente de control. C1-10P obedeció. No obstante, la equivocación de C1-10P alertó al Quinto Hermano, un Inquisidor, de la presencia de los rebeldes en la estación.[29]
Caminando a oscuras por la estación, Zeb y Ezra trataron de competir por ver quien era el primero en encontrar los suministros. Por eso, Ezra logró tirar a Zeb al suelo, aunque poco después él mismo cayó al suelo tras chocar con una biga del techo. Durante la búsqueda de los rebeldes, un droide ayudante de la Séptima Hermana, otra inquisidora, localizó a los rebeldes e informó a la Séptima Hermana de ello. La Séptima Hermana, logró inactivar a C1-10P, que se había quedado en el puente de mando, y gracias a sus droides lo imitó pidiendo ayuda.[29]
Al oír lo que creían que era C1-10P en apuros, los rebeldes trataron de ir en busca de C1-10P a través de un conducto de ventilación. Al tratar de entrar en el conducto, Zeb se quedó atascado, por lo que fue dejado atrás por Sabine y Ezra. Momentos después, Sabine regresó a por Zeb, informándole de la presencia de dos inquisidores en la base y de que Ezra había sido capturado. Cuando ambos se dieron cuenta de que el Quinto Hermano los estaba buscando, Zeb y Sabine se ocultaron del inquisidor, no sin antes prepararle una trampa.[29]
La trampa consistía en accionar unos explosivos que habían instalado en un pasillo cuando el Quinto Hermano se acercara. Sin embargo, el Quinto Hermano descubrió la trampa y lanzó los explosivos contra Zeb y Sabine mediante la Fuerza, dejando inconscientes a ambos. Entonces el Quinto Hermano capturó a Sabine, y ordenó a los droides ayudantes de la Séptima Hermana matar a Zeb.[29]
Tras pelear con los droides, Zeb consiguió destruirlos, aunque antes de eso recibió algunas descargas eléctricas. En primer lugar, decidió encontrar a C1-10P, y durante su búsqueda encontró los suministros que los rebeldes habían venido a buscar. Finalmente, Zeb encontró a C1-10P, y tras activarlo de nuevo, le pidió su ayuda. Zeb y C1-10P regresaron al Fantasma con los suministros, y una vez allí idearon un plan para salvar a Ezra y Sabine.[29]
Haciéndose pasar por un comandante rebelde, Zeb contactó mediante su comunicador con Sabine y Ezra, fingiendo que vendría a la estación junto a Kanan Jarrus y Ahsoka Tano para ayudar a los rebeldes con una supuesta avería. Diciendo el lugar concreto de la estación donde supuestamente estaría con Kanan y Ahsoka, Zeb hizo que los inquisidores llevaran a sus compañeros hasta un hangar, donde él se prepararía para tenderles una emboscada.[29]
Cuando los inquisidores llegaron con sus prisioneros al hangar dispuestos a capturar a Ahsoka y Kanan, Zeb, a bordo del Fantasma, comenzó a atacar a sus enemigos. Aprovechando la situación, Ezra y Sabine lograron huir y subir a bordo del Fantasma. Los inquisidores usaron la Fuerza para tratar de evitar que el Fantasma abandonara la estación, pero finalmente los rebeldes lograron distraer al Quinto Hermano, pudiendo así escapar de la estación.[29]
Al reunirse con los rebeldes, el trío explicó a Kanan lo que había ocurrido, y Rex felicitó a Zeb por su labor. Zeb preguntó a Kanan si sabía de la existencia de más inquisidores, pero el Jedi se quedó tan estupefacto al recibir las noticias de Zeb que fue incapaz de contestar. Finalmente Zeb optó por retirarse e ir a descansar.[29]
Más adelante, durante una reunión, el Comandante Jun Sato informó de que había una crisis energética en el planeta Rinn, por lo que los rebeldes debían conseguir varios generadores de energía para evitar que la población del planeta se congelara por causa de las bajas temperaturas propias del clima del planeta. Por eso, Zeb partió junto a los demás rebeldes en busca de generadores de energía en el mercado negro de Garel. La búsqueda de los rebeldes no tuvo éxito, y finalmente fue Ezra quien consiguió los generadores tras una serie de acontecimientos ocurridos con el pirata Hondo Ohnaka.[30]
Socorriendo a Ibaar[]
Más tarde, Zeb participó en un asalto contra un bloqueo imperial en el planeta Ibaar, con el objetivo de proporcionar suministros a su población. Durante el asalto, Zeb manejó una torreta del Espíritu y trató de destruir a varios cazas TIE. Finalmente, el asalto fracasó, por lo que la red rebelde celebró una reunión para analizar la situación.[31]
Durante la reunión, Rex sugirió buscar la ayuda de Quarrie, un ingeniero que había construido una nave completamente nueva e innovadora. Rex también informó de que Quarrie sólo entregaría la nave al piloto que la fuese a pilotar. Por eso, Kanan Jarrus sugirió que fuese Hera Syndulla quien fuera a conocer a Quarrie. Zeb y Sabine Wren, se dirigieron junto a Hera al planeta Shantipole para buscar a Quarrie, a bordo del Fantasma.[31]
En la atmósfera de Shantipole, Zeb se enteró de que la superfícide del planeta solía estar asolada por fuertes tormentas eléctricas. Allí, Hera pilotó tratando de esquivar numerosos rayos, y mientras tanto Zeb intentó mantener la calma. Al final un rayo golpeó al Fantasma, que se estropeó, y Hera tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia. Al salir del Fantasma, Zeb conoció a Quarrie, que mostró a los rebeldes la nave que había diseñado y construido, el Ala-B.[31]
A continuación, Hera convenció a Quarrie para que la dejase pilotar el Ala-B, y mientras Hera hacía despegar a la nave, Zeb y Sabine comenzaron a hablar con el mon calamari. Zeb y Sabine preguntaron a Quarrie si ya había pilotado él anteriormente la nave, a lo que Quarrie respondió que no, aunque la nave teóricamente debería volar. Zeb, preocupado por Hera, amenazó con atacar a Quarrie si a Hera le ocurría algo. Por suerte, el Ala-B funcionó correctamente y a Hera no le ocurrió nada malo.[31]
Cuando los rebeldes pretendían ir a Ibaar a apoyar un nuevo ataque rebelde sobre el bloqueo imperial, descubrieron que el Ala-B no poseía hiperimpulsor. Zeb, enfadado, trató de atacar a Quarrie, que dijo que sin embargo había conseguido arreglar al Fantasma. Gracias a eso, acoplando el Ala-B al Fantasma, los rebeldes lograron llegar a Ibaar con la nueva nave. Durante el nuevo asalto, Zeb pilotó el Fantasma junto a Quarrie mientras Sabine y Hera iban a bordo del Ala-B.[31]
El ataque tuvo éxito, y tras él, Zeb fue testigo de cómo el Comandante Jun Sato ascendía a Hera a líder del Escuadrón Fénix. Tras la declaración de Sato, Zeb se mostró satisfecho por el ascenso de Hera.[31] Tiempo después, Zeb proporcionó unas armaduras de soldado de asalto a Kanan y a Rex para que pudieran infiltrarse en un Interdictor Imperial y rescataran a Ezra Bridger y Jun Sato, que habían sido apresados por el Imperio.[32]
Los niños de la Fuerza[]
Más adelante, Ahsoka Tano encargó a Zeb, Ezra Bridger y Kanan Jarrus que se dirigieran al planeta Takobo y rescataran a un bebé sensible a la Fuerza que iba a ser secuestrado por el Imperio Galáctico. A bordo del Fantasma, Zeb, Ezra, Kanan y C1-10P llegaron a Takobo. Zeb y C1-10P, partieron en busca de las naves de los Inquisidores, que pretendían secuestrar al bebé que los rebeldes debían rescatar. Cuando encontró las naves de los inquisidores, Zeb se dio cuenta de que estaban siendo custodiadas.[33]
Para destruir las naves sin alertar a los inquisidores, Zeb destruyó a los droides sonda pertenecientes a la Séptima Hermana que estaban vigilando las naves. Al acercarse a las naves, Zeb y C1-10P escucharon unos lloros en su interior. Así, Zeb descubrió a un niño que ya había sido secuestrado por los inquisidores. C1-10P insistió en destruir las naves con el bebé dentro, y Zeb, escandalizado, decidió rescatar al bebé.[33]
Tras dejar al bebé junto a C1-10P a bordo del Fantasma, Zeb recibió un mensaje de Kanan. En él, Kanan le instaba a localizar a un bebé llamado Pypey, que estaba al cuidado de un droide niñera por la calle y al cual los inquisidores estaban buscando. Finalmente, Zeb localizó a Pypey y logró convencer al droide niñera del bebé para que le dejara la custodia de Pypey. Sin embargo, los inquisidores lograron localizar a Zeb y a Pypey.[33]
Por eso, Zeb corrió con Pypey hasta el interior de un edificio, donde los inquisidores entraron a buscarle. Zeb procedió a informar de todo a Kanan y a Ezra, que poco después se reunieron con él. Mientras el trío debatía sobre lo que hacer, el Quinto Hermano comenzó a perforar el suelo que pisaban los rebeldes con su espada láser desde el piso de abajo. Para huir, Kanan y Ezra abrieron un agujero en el techo por el que los rebeldes escaparon.[33]
Al final, Ezra cogió a Pypey y se escabulló por los conductos de ventilación del edificio, mientras Zeb y Kanan buscaban otra vía de escape. No obstante, el Quinto Hermano a Ezra y Pypey y comenzó a perforar con su sable láser los conductos de ventilación del edificio. Motivados por eso, Zeb y Kanan desafiaron a los inquisidores. La Séptima Hermana mostró su alegría por el hecho de que Kanan hubiera salido por fin de su escondrijo.[33]
Así pues, se inició una lucha entre Zeb y el Quinto Hermano y entre Kanan y la Séptima Hermana. Durante la pelea, Zeb luchó cuerpo a cuerpo con el Quinto Hermano. No obstante, Zeb y Kanan se vieron obligados a huir pasado poco tiempo. Para ello, Zeb cogió a Kanan y comenzó a correr hacia una ventana, que Kanan rompió disparándola. Siguiendo órdenes de Kanan, Zeb saltó por la ventana junto a su compañero, y ambos aterrizaron sobre un vehículo. Los inquisidores hicieron lo mismo.[33]
De ese modo, se inició una persecución por toda una ciudad. Disparando a los inquisidores, Kanan consiguió destruir el vehículo en el que iban sus perseguidores. Sin embargo, el Quinto Hermano consiguió hacer lo mismo con el vehículo de Zeb, y se inició una persecución a pie. Zeb y Kanan se dirigieron al espaciopuerto de Takobo, donde se encontraron a Ezra y Pypey tratando de abrir su puerta de acceso sin éxito.[33]
Acorralados y sin ninguna otra opción, Zeb y Kanan volvieron a pelear con los inquisidores. Antes de poder atacar, Zeb fue dejado fuera de combate por un ataque mediante la Fuerza del Quinto Hermano. Poco después, Kanan y Ezra fueron derrotados de un modo similar. Cuando los inquisidores se disponían a rematar a Zeb y a sus compañeros, irrumpió en el lugar Ahsoka, que abrió la puerta de acceso al espaciopuerto. Ahsoka pidió a los rebeldes escapar del lugar y se enfrentó a los inquisidores.[33]
A bordo del Fantasma, los rebeldes vieron que Ahsoka ya había derrotado a los dos inquisidores, pero sin embargo estaba rodeada por soldados de asalto. Por eso los rebeldes acercaron el Fantasma a Ahsoka, que pudo huir a bordo de la nave.[33]
Huyendo de Garel[]
Pasado un tiempo, Zeb fue junto a C1-10P a buscar por las calles de la capital del planeta Garel varios suministros necesarios para abastecer a la flota de la red rebelde. Mientras iba por la calle, Zeb recibió una llamada de Hera Syndulla en la que se le instaba a regresar al Espíritu, puesto que los rebeldes habían decidido dirigirse a Lothal para recabar información sobre el paradero de los padres de Ezra Bridger.[34]
Además, Hera le instó a volver despacio hacia el Espíritu, para no atraer demasiado la atención. Zeb respondió a Hera que hasta el momento no había visto a ningún soldado de asalto, cosa que no era habitual, y eso le preocupaba. Sabine Wren, al oír las palabras de Zeb, dedujo que el Imperio Galáctico había retirado a todos los soldados de asalto de la zona porque se disponía a lanzar un ataque en masa sobre la flota rebelde establecida en Garel.[34]
A continuación, Zeb perdió el contacto con el Espíritu y se encontró de frente con una legión de soldados de asalto. Zeb fue forzado a retirarse, hasta que finalmente se detuvo tras unas cajas y entabló una pelea con los soldados de asalto. Poco después, Ezra y Kanan Jarrus llegaron para ayudarle. Cuando parecía que lograrían mantener a los soldados a raya, llegó a la zona el Agente Alexsandr Kallus seguido por varios soldados de asalto desde la retaguardia. De ese modo, Zeb y sus compañeros quedaron rodeados.[34]
Ezra, ansioso por ir a Lothal cuanto antes, encendió su sable de luz y tras deshacerse de los soldados que acompañaban a Kallus, dejó inconsciente al propio Agente Kallus empujándolo contra una pared mediante la Fuerza. Al ver eso, Zeb dijo a Kanan que lo que había hecho Ezra había sido impresionante. Kanan respondió a Zeb que eso había sido así gracias a su entrenamiento. Por desgracia, poco después llegaron al lugar el Quinto Hermano y la Séptima Hermana, ante lo cual Zeb se alarmó.[34]
Tras deshacerse de los últimos soldados de asalto, Zeb y Kanan vieron como Ezra, furioso, se disponía a acercarse a los Inquisidores para atacarlos. De inmediato, Kanan cerró una puerta situada entre Ezra y los inquisidores accionando el interruptor de cierre mediante un disparo certero con su bláster. A continuación, Zeb y sus compañeros regresaron a bordo del Espíritu, que despegó junto al resto de la flota rebelde.[34]
Mientras trataban de abandonar el planeta, los rebeldes descubrieron que la nave de mando de la flota, en la cual iban el Comandante Jun Sato y el capitán Rex, había sido atrapada por un Destructor Estelar Imperial por medio de un rayo tractor. Por orden de Hera; Ezra, Kanan y C1-10P se dirigieron a Lothal a bordo del Fantasma. Zeb permaneció en el Espíritu junto a Hera y Sabine ocupando una torreta.[34]
Los rebeldes decidieron destruir el generador del rayo tractor, que se encontraba en la parte inferior del Destructor Estelar. Cuando Zeb iba a destruir el generador desde la torreta, el Espíritu fue forzado a modificar su posición, de modo que Zeb era incapaz de destruir el generador usando la torreta. Al saber eso, Hera hizo rozar al Espíritu con el generador, casi haciendo colisionar contra él a Zeb.[34]
Tras eso, los cazas TIE que perseguían al Espíritu colisionaron contra el generador y lo hicieron explotar.Con la nave de mando libre, el grueso de la flota rebelde escapó de Garel, con Zeb ileso a bordo del Espíritu.[34]
Refuerzos de Organa[]
Un día después del ataque sobre la flota rebelde en Garel, los rebeldes iban a recibir tres corbetas Cabeza de Martillo clase Sphyrna de parte del senador Bail Organa. Para ello, el senador envió a su hija Leia Organa hasta Lothal, donde se encontró con Kanan Jarrus y Ezra Bridger, que ya estaban allí esperándola, disfrazados de soldado de asalto y cadete imperial respectivamente. Como se suponía que Leia era parte del Imperio Galáctico, ella y los rebeldes habían acordado previamente fingir un robo de las naves de Leia por parte de los rebeldes.[35]
En Lothal, Leia, Kanan y Ezra descubrieron que el simpatizante rebelde Ryder Azadi iba a ser ejecutado por los imperiales, por lo que se dirigieron a su posición a ayudarle. Una vez en la posición de Azadi; Zeb, Sabine Wren y Hera Syndulla aparecieron a bordo del Espíritu para rescatar al rebelde.[35]
Tras un breve tiroteo con los imperiales, Zeb y Azadi simularon que estaban secuestrando a Leia, y después, Zeb dejó inconscientes de un puñetazo a Kanan y Ezra y fingió haberlos tomado como rehenes. De este modo, todos lograron escapar de los imperiales sin cuestionar la supuesta lealtad de Leia al Imperio.[35]
A bordo del Espíritu, Zeb expresó sus condolencias a Ezra por la muerte de sus padres. Momentos después, Zeb fue informado de que las naves de Organa que los rebeldes debían fingir estar robando, estaban bajo custodia imperial en Lothal. Tras examinar la defensa de las naves, consistente en varios AT-AT y unas máquinas capaces de impedir el despegue de cualquier nave gracias a la fuerza de la gravedad, los rebeldes acordaron que Leia distraería a los imperiales con la ayuda de Kanan y Ezra, que seguirían disfrazados de soldado y cadete. Sabine destruiría las máquinas imperiales y Zeb proporcionaría cobertura aérea con Hera desde el Espíritu.[35]
Cuando el plan se hubo puesto en marcha y Sabine estaba haciendo despegar una de las naves de Organa, Zeb disparó varios torpedos desde el Espíritu hacia un AT-AT. Tras dañar a varios AT-AT, Zeb vio cómo sus compañeros ya habían tomado posesión de las tres naves de Organa y las estaban haciendo despegar. Al ver que un último AT-AT iba a destruir una de las naves, Zeb disparó varios torpedos contra él una y otra vez, sin lograr derribarlo.[35]
Finalmente, fue Rayder Azadi quien logró derribar el AT-AT, destruyendo las máquinas imperiales que retenían a las naves en el proceso. Para seguir encubriendo a Leia; Ezra y Kanan, que habían colaborado con los rebeldes disfrazados de soldado y cadete, fingieron ser unos traidores y dispararon a Leia mientras escapaban, aturdiéndola.[35]
Cuando todo hubo pasado, Azadi informó a los rebeldes de que había decidido unirse a su causa, por lo que iba a permanecer junto a ellos en la flota de la Red Rebelde. Zeb dio una palmada amistosa en la espalda a Azadi, satisfecho por su decisión, y poco después se retiró a sus aposentos en el Espíritu.[35]
Atajo en Concord Dawn[]
Tras el ataque a un convoy imperial para obtener suministros, Zeb se reunió con la cúpula de la red rebelde para analizar la situación de la rebelión. Durante la reunión, Kanan Jarrus puso de manifiesto que cada vez era más difícil robar suministros al Imperio Galáctico, así como desplazarse por su área de operaciones sin ser descubiertos. Mostrándose de acuerdo con Kanan, Jun Sato destacó al necesidad de buscar una nueva ruta dentro y fuera del sector Lothal.[36]
Sabine Wren, propuso usar un atajo a través del sistema Concord Dawn, que estaba bajo el mando de una colonia mandaloriana en lugar del Imperio. Entonces Sato planteó si los mandalorianos de Concord Dawn estaban aliados con el Imperio, puesto que el Ejército Imperial había ocupado Mandalore, y eso podía ejercer una gran influencia sobre Concord Dawn. Cuando Kanan propuso usar la diplomacia para conseguir un paso seguro de la flota a través del Sistema Concord Dawn, Hera Syndulla le apoyó, lo que hizo que Sato accediera a emplear esa táctica.[36]
Sin embargo, tras un intento fallido de negociación, Hera quedó gravemente herida. Desde el puente de mando de la nave principal de la flota de la Red Rebelde, Zeb observó cómo la nave desde la que Hera había entablado un combate contra varios cazas Guantelete emergía del hiperespacio. Momentos después, Zeb visitó a Hera en la enfermería de la nave, donde seguía inconsciente y muy malherida. El droide médico que atendía a Hera, dijo ante Zeb que la twi'lek sobreviviría a sus heridas.[36]
Volviéndose a reunir para analizar la situación, Sabine desveló que el líder de los mandalorianos de Concord Dawn era un hombre llamado Fenn Rau. Tanto Kanan como Rex afirmaron saber quién era Rau, puesto que había sido un instructor de soldados clon y había participado junto a Kanan en la Batalla de Mygeeto durante las Guerras Clon.[36]
Queriendo vengar a Hera, Sabine abogó por atacar a Fenn Rau y a sus hombres, mientras que Kanan siguió apostando por la vía de la diplomacia. Preocupado por la amenaza que suponía Fenn Rau, Sato autorizó una infiltración en Concord Dawn para destruir todas las naves mandalorianas de las que disponía Rau. Mostrándose en desacuerdo, Kanan insistió en tratar de negociar con Rau, y logró que Sato accediera a dejarlo ir sólo hacia Concord Dawn para ello.[36]
Zeb y Ezra Bridger, trataron de convencer a Kanan para que no se dirigiera a negociar con los mandalorianos en solitario, argumentando que eran un equipo. Por eso, Kanan decidió llevarse a C1-10P consigo. Finalmente, Kanan logró una negociación satisfactoria tomando a Rau como prisionero con la ayuda de Sabine, que lo había seguido a escondidas hasta Concord Dawn.[36]
En busca de Lirasan[]
En el 3 ABY, Ezra Bridger recibió una llamada de Hondo Ohnaka en la que el pirata le instaba a dirigirse al planeta Nixus para rescatar a un par de refugiados que estaban siendo arrestados por el Imperio Galáctico. Obedeciendo a Hondo, Ezra reunió a Zeb y al resto la tripulación del Espíritu y los rebeldes se dirigieron a Nixus, donde vieron que los refugiados ya habían sido capturados por soldados de asalto.[9]
Cuando Zeb se dio cuenta de que los refugiados eran lasats, decidió atacar a los soldados de asalto, por lo que los demás rebeldes decidieron ayudarle. Una vez se hubieron deshecho de todos los soldados de asalto, los rebeldes liberaron a los lasats, y Hondo apareció para felicitar a los rebeldes por su trabajo. Los lasats, llamados Chava y Gron, desvelaron que Zeb había sido capitán de la Guardia del Alto Honor de Lasan.[9]
Zeb se mostró descontento por haberse revelado su rango en la Guardia de Honor, y cuando Gron le preguntó si se acordaba de él, Zeb respondió que su cara le sonaba, pero nada más. A regañadientes, Zeb si afirmó que conocía a Chava, una anciana de carácter místico. Zeb justificó no haber dicho nunca nada a los rebeldes de su posición como capitán en la Guardia de Honor porque eso había sido hacía mucho tiempo.[9]
Mientras los rebeldes volvían al Espíritu con los lasats, Hondo preguntó a Ezra cuál iba a ser su recompensa por haber prestado su ayuda. Ezra respondió a Hondo que en ningún momento habían pensado pagar a Hondo por su ayuda. Hondo afirmó sentirse orgulloso de Ezra tras esa respuesta. Sin embargo, pasados unos minutos Hondo fue interrogado por soldados de asalto, y les proporcionó la ubicación de los rebeldes a cambio de una recompensa.[9]
Tras informar a los soldados, Hondo contactó con Ezra y le advirtió de que tropas imperiales se dirigían a su posición, un pasillo que conducía hasta el hangar en el que se encontraba el Espíritu. Cuando Ezra preguntó cuánto tiempo quedaba para que les atacaran los soldados de asalto, los imperiales aparecieron, y comenzó un tiroteo. Hondo activó el cierre de varias compuertas, que separaron a los rebeldes de los soldados de asalto. Zeb custodió a los lasats hasta el Espíritu.[9]
En el Espíritu, Chava pidió a los rebeldes que llevaran a ella y a Gron hasta el planeta Lira San. Zeb, molesto, informó a Hera Syndulla de que Lira San tan sólo era una leyenda. Sin hacer caso a Zeb, Chava informó de que debía preparar un ritual para descubrir la ubicación de Lira San. Ezra se ofreció a ayudar a Chava a preparar el ritual; y Zeb se fue con él y Chava para asegurarse de que la anciana no volviese loco a Ezra.[9]
Chava dijo que Ashla, el espíritu de la galaxia, era quien les había conducido a ella y a Gron hasta los rebeldes, y comenzó a hablar de una profecía proveniente de la Fuerza de la cual formaban parte un guerrero, un niño y un loco. Según esa profecía, encontraría Lira San un niño, que en algún momento salvaría al guerrero.[9]
Zeb interpretó que él era el guerrero y Ezra el niño, y afirmó que Ezra no iba a rescatarle nunca. También añadió que los únicos locos que él veía era a los propios rebeldes escuchando acerca de la profecía. Chava invitó a Ezra a participar en su ritual, y Ezra decidió obedecer a la lasat, pronunciando las palabras que Chava recitaba. Zeb se marchó a su habitación malhumorado, y Ezra decidió seguirle.[9]
En su habitación del Espíritu, Ezra preguntó a Zeb por qué no parecía nada contento de poder ayudar a dos miembros de su pueblo. Zeb explicó a Ezra que su deber como capitán de la Guardia de Honor de Lasan, era proteger a los lasat y a la familia real de Lasan. Sin embargo, a pesar de haber luchado con todas sus fuerzas en contra del Imperio Galáctico, no consiguió cumplir su cometido. Viendo que eso lo atormentaba, Ezra respondió que Zeb no hubiera podido hacer nada contra el Imperio de ningún modo.[9]
Zeb prosiguió explicando que tras la explosión de una bomba, quedó inconsciente y al despertar, todo el mundo había muerto. Él, se sentía peor que muerto hasta que conoció a Kanan Jarrus y decidió unirse a él. Ezra contestó que no podía imaginar todo el sufrimiento que había causado a Zeb el perder a todos aquellos a quienes conocía. Ezra añadió que él también había perdido a sus padres a manos del Imperio, pero que por lo menos tanto él como Zeb seguían vivos, y ahora tenían la oportunidad de ayudar a dos lasats.[9]
Por último, Zeb dijo a Ezra que no merecía ser llamado capitán por Chava y Gron, porque falló en su cometido durante el día de la caída de Lasan. Ezra pidió a Zeb que no fallara ahora a su gente, por lo que Zeb decidió cambiar su actitud hacia los dos lasats fugitivos. Al reunirse de nuevo con Chava, la lasat pidió que el niño de la profecía mostrase el camino a Lira San a través de un mapa. Zeb instó a Ezra a ayudar a Chava, pero la anciana dijo que el niño era Zeb.[9]
Cuando Zeb protestó diciendo que él quería ser el guerrero, Ezra le dijo que se estaba comportando como un niño. Poco después, Zeb usó una propiedad ancestral de su rifle-bo para que éste indicara en un mapa cuál era la ubicación de Lira San. Al saber la posición de Lira San, los rebeldes pusieron rumbo al planeta, hasta detenerse delante de un cúmulo de estrellas, que ninguna nave podía atravesar sin ser destruida.[9]
Mientras estaban delante del cúmulo, emergió del hiperespacio un crucero ligero imperial. El Agente Alexsandr Kallus, se puso en contacto desde el crucero con los rebeldes, y les exigió que se rindieran. Hondo, que iba a bordo del crucero, pidió disculpas a los rebeldes tras confesar que había ayudado al Imperio a rastrearles a cambio de una recompensa. Ezra, al saber que Hondo había hecho eso gracias a un localizador que le había colocado en su comunicador, destruyó el aparato.[9]
A pesar de todo, usando las propiedades místicas de su Rifle-bo sobre el Espíritu, Zeb, con la ayuda de Kanan y Ezra usando la Fuerza sobre él, logró hacer que el Espíritu atravesara el cúmulo de estrellas sin sufrir ningún daño. Kallus, Hondo y los imperiales sin embargo, se vieron obligados a retirarse y perdieron de vista a los rebeldes.[9]
Tras pasar por el cúmulo de estrellas, Zeb y los demás llegaron a Lira San. Zeb acompañó a Chava y Gron hasta la superficie de Lira San, a bordo del Fantasma. Allí, Zeb descubrió que el planeta estaba habitado por lasats. Eso era así porque Lira San había sido el planeta de origen de su especie, aunque los lasats de Lasan lo habían olvidado con el paso de las generaciones. Al regresar al Espíritu, Zeb contó a los rebeldes lo que acababa de ver.[9]
Muy contento por Zeb, Ezra preguntó cómo regresarían con la flota de la red rebelde. Hera respondió que como el Espíritu ya había estado en Lira San, podían salir y volver del sistema sin sufrir ningún daño. Zeb añadió que si alguna vez encontraban a más lasats, podrían traerlos hasta Lira San, satisfecho de que su especie no estuviera extinta.[9]
Ayudando purrgils[]
Más adelante, Zeb partió junto a sus compañeros en busca de un asentamiento de combustible que aprovisionaba al Imperio Galáctico para robar combustible y así abastecer a la flota de la red rebelde. Durante la búsqueda, el Espíritu comenzó a quedarse sin combustible y Hera Syndulla se vio obligada a apagar la calefacción de la nave. Cuando Ezra Bridger preguntó a Zeb y a los demás si estaban oyendo algún ruido raro, Zeb respondió que lo único que él oía era su propio cerebro congelándose.[37]
De pronto apareció un grupo de criaturas enormes que se movían a través del espacio exterior. Zeb preguntó qué eran esas criaturas, y Hera respondió que se llamaban purrgils. A pesar de la insistencia de Hera por atacar a los purrgils, los rebeldes decidieron mover el Espíritu como si fuese un purrgil más, por lo que los rebeldes comenzaron a seguir a los purrgils. De pronto, Ezra notó que los purrgils se estaban enfadando, y Zeb sugirió que tal vez era Hera quien los estaba alterando.[37]
Sin embargo, Zeb y los demás pronto descubrieron que lo que molestaba a los purrgils eran dos cazas que se aproximaban. Los cazas comenzaron a atacar al Espíritu, y Zeb tuvo que manejar una torreta para repelerlos. Finalmente, los rebeldes lograron deshacerse de las naves enemigas. Tras volver a escanear la zona para determinar la ubicación del asentamiento de combustible que buscaban, Sabine Wren pidió a Hera que siguiera a los purrgils, puesto que se estaban dirigiendo al asentamiento, que se encontraba en un campo de asteroides.[37]
Los rebeldes aterrizaron el Espíritu sobre un pequeño asteroide situado sobre el asentamiento, y prepararon un plan de acción. El plan de acción consistía en hacer explotar gran parte del asentamiento como distracción, para que el Espíritu pudiera aterrizar sobre una zona segura, repostar, y los rebeldes pudieran cargar en él combustible para la flota. Kanan Jarrus propuso acceder al asentamiento saltando desde el asteroide en el que estaban, y eso asustó a Zeb, que dijo que el plan era peligroso.[37]
Sin embargo, cuando Kanan dijo a Zeb que se quedara con Hera en el Espíritu, Zeb se mostró de acuerdo con el plan. Pasado un rato, Zeb y Hera vieron que sus compañeros no habían causado ninguna explosión en el asentamiento de combustible. Al contactar con Sabine, se enteraron de que debían improvisar un nuevo plan, puesto que si hacían explosionar el asentamiento eso dañaría a los purrgils.[37]
Hera y Zeb hicieron aterrizar al Espíritu sobre el asentamiento, y Zeb comenzó a cargar en él combustible mientras Kanan impedía que la nave sufriera daño alguno por parte de los guardias del asentamiento. Tras reponer el combustible del Espíritu y cargar en él combustible para la flota, Ezra apareció en el lugar a lomos del líder de los purrgil. Los purrgils, atacaron a los guardias del asentamiento, y uno de ellos asesinó a su jefe, Yushyn.[37]
Finalmente, el Espíritu despegó con Zeb y los demás a bordo. Entonces, Zeb y los demás pudieron ver cómo los purrgil saltaban al hiperespacio usando combustible del asentamiento. Antes de reunirse de nuevo con la flota de la Red Rebelde, Zeb y sus compañeros acompañaron a los purrgils en parte de su viaje a bordo del Espíritu.[37]
Actuando en Ryloth[]
Más tarde, Zeb participó en el robo de unos suministros al Imperio Galáctico. Durante el ataque, Zeb fue el encargado de subir los suministros a bordo del Espíritu. A pesar del éxito del ataque, los rebeldes sufrieron una nueva baja en el Escuadrón Fénix. Por eso contactaron con el Comandante Jun Sato para informarle de la situación. Durante la conversación, Kanan Jarrus recalcó la necesidad de encontrar una nave que pudiera albergar muchos cazas para usarla mientras trataban de encontrar una base.[38]
Sato respondió que le habían informado de que el Imperio poseía una nave capaz de contener cazas sobre el planeta Ryloth, la cual albergaba varios bombarderos que el Imperio solía usar para bombardear a la población twi'lek del planeta. Además, Sato añadió que una célula rebelde del planeta se había puesto en contacto con él para pedir ayuda. Al cabo de un tiempo, Zeb y los demás recibieron al líder de la célula rebelde twi'lek, Cham Syndulla, que era el padre de Hera Syndulla.[38]
Tras presentarse todos a Cham, el líder twi'lek presentó a sus dos acompañantes, que eran dos de sus mejores guerreros, Numa y Gobi. Acto seguido todos se reunieron en una sala para discutir la táctica a emplear contra la nave que albergaba los bombarderos que atacaban Ryloth. Mientras que Hera era partidaria de robar la nave para que la usara la red rebelde, Cham apostó por destruirla como símbolo de resistencia ante la población twi'lek. Tras la intervención de Kanan, Cham pareció aceptar la propuesta de su hija.[38]
Para dirigirse a la nave que pretendían robar, Zeb, los rebeldes y Cham y sus guerreros, subieron a bordo de un bombardero imperial robado. Allí, Zeb escuchó a Kanan hablando amigablemente con Cham sobre el Maestro Jedi Mace Windu y de la reconquista por parte de Windu de la ciudad de Lessu durante la Batalla de Ryloth.[38]
Después de fingir que los rebeldes eran un bombardero imperial siendo acosado por cazas rebeldes, Zeb y los demás aterrizaron sin levantar sospechas en el hangar de la nave que pretendían robar. Una vez allí, Numa y Gobi aturdieron a Zeb, Sabine Wren y Ezra Bridger; y Cham aturdió a Kanan y C1-10P, y ató a Hera a una silla; dispuesto a destruir la nave imperial en lugar de robarla tal como pretendían los rebeldes.[38]
Una vez todos reanimados, mientras que Zeb y Sabine se dirigían a emboscar a Numa y Gobi; Hera, Kanan y Ezra se dirigieron al puente de mando de la nave imperial. Cuando encontraron a Numa y Gobi, Zeb y Sabine fueron atacados por los twi'leks de inmediato. Entonces, irrumpieron en el lugar un escuadrón de soldados de asalto. Tras deshacerse de los soldados de asalto, Zeb y Sabine se quedaron a cubierto esperando un paso en falso de Numa y Gobi.[38]
Sin embargo, Numa y Gobi también permanecían escondidos. Por eso, Sabine pidió a Zeb que cogiera un droide ratón. Al coger al droide, Zeb y Sabine le ataron varias bombas aturdidoras. A continuación, el droide ratón se acercó hasta la posición de Numa y Gobi, momento en el que Sabine activó las bombas, aturdiendo a los twi'leks. Entonces Zeb y Sabine esposaron a Numa y Gobi.[38]
Mientras tanto, Cham había irrumpido en el puente de la nave, donde se encontró con Hera, Kanan y Ezra. Al ponerse en contacto con Numa, Cham descubrió que sus compañeros habían sido capturados. Tras un discurso de Hera a favor de una rebelión global, unida y coordinada, Gobi y Numa decidieron apoyar a los rebeldes. Entonces, Cham accedió a ayudar a su hija a robar la nave imperial. Cuando se acercaron varias naves enemigas a atacar a los rebeldes, Zeb y Sabine liberaron a Numa y Gobi; y los cuatro, junto a Kanan y Ezra, pasaron a ocupar las torretas de la nave que querían robar.[38]
Los rebeldes, Numa y Gobi se coordinaron para atacar a las naves enemigas, y Zeb logró derribar a una de ellas. Finalmente, Zeb y los demás lograron deshacerse de las naves enemigas, y todos saltaron al hiperespacio con la nave robada. Una vez reunidos con la flota de la Red Rebelde, Zeb y sus compañeros se despidieron de Cham, Numa y Gobi; que subieron a bordo de su nave para regresar a Ryloth.[38]
Colaborando con Kallus[]
Más adelante, los espías rebeldes informaron de que el Imperio Galáctico había llevado a cabo durante un tiempo la construcción de algo enorme en la órbita de Geonosis. Por eso, Zeb, Rex y los Espectros se dirigieron al planeta con la intención de investigar qué había estado haciendo el Imperio allí. Al llegar a Geonosis, Zeb y los demás vieron los vestigios de lo que había sido una gigantesca construcción, que ya no estaba en la órbita del planeta.[39]
Al ver aquello, Kanan explicó que los geonosianos habían sido los principales constructores de armas Separatistas durante las Guerras Clon. Hera Syndulla pidió a C1-10P que escaneara la superficie del planeta en busca de formas de vida, y Rex dijo que eso había sido una buena idea, puesto que él sabía por experiencia que a los geonosianos no les gustaban en absoluto los visitantes inesperados. Sin embargo, tras el escaneo, C1-10P informó de que no había vida en el planeta.[39]
A continuación, los rebeldes aterrizaron en el interior de una infraestructura del Imperio para investigar sobre qué había estado construyendo el Imperio y sobre por qué no se apreciaban formas de vida sobre Geonosis. Una vez dentro de la infraestructura, todos se bajaron del Espíritu para investigar, a excepción de Hera, Rex y C1-10P. Estando en un pasillo, Zeb y los rebeldes fueron emboscados por el Agente Alexsandr Kallus y varios soldados de asalto. Kanan informó de que los imperiales estaban cerrando las compuertas del pasillo en el que se encontraban, y C1-10P salió del Espíritu para volver a abrir las puertas.[39]
C1-10P logró abrir las compuertas, y Kanan, Ezra Bridger y Sabine Wren lograron regresar al Espíritu. Sin embargo, Zeb fue incapaz de seguirles, y les dijo que se marchasen sin él mientras buscaba una cápsula de escape. A bordo de la cápsula, Kallus golpeó a Zeb en la cara, y el lasat respondió del mismo modo. Tras golpearse mutuamente durante varios minutos, Zeb y Kallus dañaron por accidente la cápsula de escape en la que iban, y ambos cayeron sobre una luna de Geonosis, Bahryn. Durante la caída, Kallus se rompió una pierna, y quedó aturdido junto a Zeb en el interior de una cueva de la luna.[39]
Al recuperar la conciencia, Zeb arrastró a Kallus hasta el exterior de la cápsula de escape, tirándolo al suelo. Kallus, que no podía caminar, comenzó a alejarse de Zeb arrastrándose por el suelo. Finalmente, Zeb decidió que no iba a matar a Kallus, sino que esperaría a que se recuperase para matarlo en un combate justo en otra ocasión. Kallus preguntó a Zeb si esperaba que sus malvados amigos fuesen a buscarle, y se mostró convencido de que los rebeldes habían huido y sería el Imperio quien los encontrase primero.[39]
Zeb respondió que eso no iba a ocurrir, y mientras hurgaba dentro de la cápsula de escape, Kallus trató de recuperar su arma. Sin embargo, Zeb se lo impidió, y a continuación el lasat sacó de la cápsula de escape una estufa diminuta. Kallus apremió a Zeb a moverse en busca de refugio, puesto que pronto sería de noche y la temperatura bajaría tanto que ni la estufa iba a poder ser capaz de mantener calientes a ambos. Al ver que Zeb sacaba un transpondedor de la cápsula, Kallus sugirió a Zeb repararlo para contactar con el Imperio antes de que ellos se congelaran o les atacara alguna bestia que viviera cerca.[39]
Zeb contestó que iba a arriesgarse a tratar con el frío, porque sabía lo que el Imperio hacía con los lasats que tomaba como prisioneros. Kallus, confiando en la justicia imperial, le aseguró que tendría un juicio justo. Cuando vio que Zeb se reía de lo que había dicho, el Agente se sintió ofendido, pero se mantuvo callado. Al cabo de un rato, Kallus y Zeb se pusieron a hablar de la lucha entre el Imperio y la rebelión.[39]
Kallus dijo a Zeb que cada día que pasaba, el Imperio arrestaba a más simpatizantes rebeldes y destruía a más células rebeldes. Zeb afirmó que a pesar de todo, cada día que pasaba más y más gente simpatizaba con la causa rebelde y se unía a sus filas. De repente, la estufa se apagó, aunque Zeb fue capaz de encontrar una piedra que desprendía calor, y se la pasó a Kallus.[39]
A continuación, Zeb dijo que había logrado reparar el transpondedor y estaba tratando de comunicarse con los demás rebeldes. Kallus respondió que dentro de la cueva en la que estaban, la señal del transpondedor jamás llegaría hasta los rebeldes. Zeb se mostró de acuerdo con Kallus, y trató de salir de la cueva a través de un agujero que había en el techo. Sin embargo, a pesar de sus intentos, Zeb no consiguió escalar hasta el agujero.[39]
De pronto, apareció un bonzami, una enorme criatura carnívora. Zeb disparó al bonzami sin hacerle demasiado daño, y se vio obligado a refugiarse dentro de la cápsula de escape. Kallus, recuperó su arma y por un momento, dudó sobre si disparar al bonzami o disparar a Zeb. No obstante, finalmente Kallus decidió disparar al bonzami, y con la ayuda de Zeb, ambos lograron ahuyentarlo. Tras la lucha, Kallus dijo que el orden de las cosas era que el débil caía ante el fuerte.[39]
Indignado, Zeb le preguntó si eso es lo que había ocurrido en Geonosis. Kallus respondió que lo único que sabía sobre Geonosis era que su población había desaparecido, y que él nunca había hecho preguntas al respecto. Zeb sugirió malhumorado a Kallus que comenzase a hacer preguntas acerca de ello, puesto que a lo mejor así se enteraría de que los geonosianos habían sido exterminados por su preciado Imperio. Kallus, incrédulo, preguntó qué beneficio podía sacar el Imperio del exterminio de los geonosianos. Zeb zanjó la conversación diciéndole que investigara sobre eso y así sabría la verdad.[39]
Poco después, Kallus y Zeb acordaron trabajar en equipo, y Zeb inmovilizó la pierna rota de Kallus atándola a el rifle-bo de Kallus. Zeb dijo indignado a Kallus que no debería usar más su rifle-bo, puesto que no era un trofeo. Kallus confesó a Zeb que nunca había cogido el rifle como trofeo, sino que en realidad se lo había entregado un lasat que derrotó en Lasan siguiendo la tradición del planeta, según la cual era necesario entregar tu propia arma al guerrero que te había derrotado, en señal de respeto.[39]
Entonces Kallus y Zeb hablaron de la caída de Lasan, y Zeb dijo a Kallus que jamás olvidaría lo que el Imperio le hizo a su planeta. Kallus explicó a Zeb que él tampoco olvidaría cómo un mercenario lasat bajo las órdenes de Saw Gerrera había asesinado a todos sus compañeros sin que les hubieran hecho nada en Onderon.[39]
Zeb respondió a Kallus que no podía juzgar a todos los lasat en base a lo que había hecho un solo individuo, y Kallus dijo que Zeb tampoco podía hacer lo mismo con el Imperio. Zeb contestó que él sólo juzgaba a todos los imperiales que conocía. A continuación, Zeb tiró su transpondedor a través del agujero del techo de la cueva, se cargó encima a Kallus, y trató de escalar hasta él. Sin embargo, Kallus y Zeb fueron emboscados por dos bonzami.[39]
Para tener más movilidad, Zeb clavó a Kallus en el techo de la cueva usando el rifle que el Agente tenía atado a su pierna. Kallus, gritó aterrorizado mientras le atacaban los bonzami, y comenzó a esquivar sus ataques, hasta que vio que se estaba despegando del techo. Al ver eso, Zeb cogió a Kallus de nuevo y lo lanzó hasta fuera de la cueva.[39]
Entonces Zeb comenzó a escalar hasta el agujero, usando de apoyo a los bonzami. Al quedar colgado del agujero, los bonzamis se dispusieron a atacarle. No obstante, desde fuera de la cueva, Kallus disparó a los bonzamis, y acto seguido cogió a Zeb y tiró de él hasta sacarlo de la cueva. Durante su espera hasta que alguien viniera a recogerles, Kallus confesó a Zeb que él no sabía que el Imperio iba a exterminar a los lasat momentos antes de su ataque a Lasan. Zeb zanjó el tema diciendo que lo ocurrido en Lasan, quedaba en Lasan.[39]
Finalmente, los rebeldes llegaron para rescatar a Zeb, y antes de salir del escondite en el que se encontraban él y Kallus, Zeb confesó su verdadero nombre al Agente. Entonces, Zeb y Kallus hicieron un gesto de respeto mutuo con las manos, y Zeb se apresuró a regresar al Espíritu.[39]
Al reunirse con sus compañeros, Ezra apresuró a Zeb a entrar en el Espíritu puesto que a su juicio, hacía mucho frío. Zeb respondió a Ezra que tan solo llevaba unos segundos fuera del Espíritu, y Ezra contestó que eso ya era demasiado tiempo para él. Así pues, Zeb regresó al Espíritu con sus compañeros, contento por reunirse con ellos de nuevo, y sin decirles que Kallus había estado con él y se encontraba oculto cerca en ese preciso instante.[39]
Buscando una base[]
Después de que Ezra Bridger, Kanan Jarrus y C1-10P regresaran de una misión de reconocimiento en el planeta Oosalon, que era una potencial ubicación para establecer una base rebelde, Zeb y Hera Syndulla dieron la bienvenida a sus compañeros a bordo del Espíritu. Anteriormente, Kanan había pedido a Hera que recogiera al Fantasma en el espacio lejos del Escuadrón Fénix. Cuando Ezra y Kanan entraron en la nave, Zeb estaba limpiando su rifle-bo. El lasat preguntó a los Jedi si Oosalon era un buen planeta para los rebeldes. Como respuesta, Kanan le dijo que habían huido del Quinto Hermano y la Séptima Hermana. Kanan también expresó sus miedos de que los Inquisidores impidieran a él y a Ezra ayudar a los rebeldes a establecer una base.[40]
Antes de la llegada de ambos Jedi, Ahsoka Tano, una amiga de los Espectros, había visitado al Espíritu. Luego, junto a Kanan, Ezra y C1-10P; Ahsoka se fue a bordo del Fantasma hasta el Templo Jedi de Lothal, donde esperaba comunicarse con el Gran Maestro Yoda. Mientras el Fantasma saltaba al hiperespacio, Zeb lo observó con Hera y Sabine Wren desde la ventana del Espíritu. Para proteger a la red rebelde, Kanan había decidido no revelar qué hacían los Jedi a los demás rebeldes.[40]
Más adelante, Zeb y los otros rebeldes asistieron a una reunión en la nueva nave insignia del Escuadrón Fénix para debatir el establecimiento de una base rebelde en una luna de Berzite, en el sistema Yost. Como los rebeldes tenían poco combustible para la flota, una vieja amiga de Sabine, Ketsu Onyo, recomendó a los rebeldes robar combustible del asentamiento Imperial conocido como Base Horizon. El Comandante Jun Sato aprobó el plan y envió a la tripulación del Espíritu hasta la base. Zeb y sus compañeros, a excepción de C1-10P, participaron en el robo de combustible. C1-10P, debía custodiar el Espíritu hasta el regreso de los rebeldes, pero se distrajo al ver que se vendía en un establecimiento cercano una pata de droide astromecánico. Zeb y Ezra se burlaron de Chopper y de sus intenciones de «ir de compras».[41]
Los miembros del Espíritu consiguieron robar el combustible, pero fueron perseguidos por soldados de asalto. Todos consiguieron escapar menos Chopper, que se quedó en tierra por haber ido en búsqueda de una pata nueva. Al llegar a la flota rebelde, Zeb y los demás descubrieron que ésta estaba siendo atacada por varias fuerzas imperiales bajo el mando del Almirante Kassius Konstantine, quien intentó impedir que el Espíritu aterrizara en la nave insignia de la flota. Sin embargo, los rebeldes consiguieron aterrizar en la nave insignia con la ayuda de Ketsu, quien protegió al Espíritu del fuego enemigo. Zeb y Ezra, proveyeron de combustible a la nave insignia, y cuando la flota ya estaba preparada para viajar al sistema Yost, Hera y el comandante Sato recibieron una advertencia de Chopper y su nuevo amigo, AP-5, informando de que los imperiales les habían tendido una trampa en el sistema Yost. AP-5 también les dio las coordenadas de Atollon, un planeta sin presencia Imperial.[41]
Zeb y los rebeldes viajaron a Atollon, donde se reunieron con Chopper y AP-5. Zeb estuvo presente cuando Sabine reparó a AP-5 usando fragmentos de una pata de droide robada por Chopper. El lasat vio perplejo cómo AP-5 reprendía a Chopper por el "acto ilógico" de haber sacrificado su pata nueva, lo que condujo a una acalorada discusión entre los dos droides.[41]
Establecimiento en Atollon[]
Tras el descubrimiento de Atollon, los rebeldes establecieron una base en el planeta. Zeb y los Espectros ayudaron a transportar suministros hasta la base, por lo que Zeb tuvo que colaborar con C1-10P para entregar varios generadores. Al finalizar su trabajo, Zeb aprovechó para relajarse cerca de un acantilado en el exterior de la base, desde donde contempló un desierto repleto de enormes plantas de coral. Zeb estaba escuchando música cuando Ezra Bridger se acercó a él y expresó su preocupación por no volverlo a ver tras su inminente partida a Malachor. Zeb aseguró a su joven amigo que ya habrían derrocado al Imperio Galáctico para cuando él y Kanan Jarrus regresaran de Malachor. También sugirió compartir historias de guerra a su regreso.[42]
Esa tarde, Zeb y los otros rebeldes respondieron a una llamada de emergencia de Sabine Wren, quien había acompañado a Rex a una misión para investigar la desaparición de la teniente Dicer. Deiser había estado colocando sensores al norte de la base cuando desapareció. Sabine y Rex habían visitado esa zona y fueron atacados por unas criaturas similares a arañas enormes llamadas krykna. El Espíritu llegó y logró ahuyentar a las criaturas, pero Rex fue arrastrado por los kryknas hasta lo más profundo de una cueva.[42]
A pesar de su reputación de feroz guerrero, Zeb temía a los krykna y se ofreció a vigilar al Espíritu. Sin embargo, Hera Syndulla le ordenó acompañarles y asignó a Chopper la tarea de vigilar la nave. En la cueva, Zeb acompañó a Hera y Sabine mientras Kanan y Ezra exploraban otra zona. Zeb y sus compañeras consiguieron encontrar a Rex y lo pudieron liberar, pero fueron incapaces de encontrar a Deiser. Mientras eran perseguidos por varios kryknas, Zeb y sus compañeros se reunieron con Kanan y Ezra. Juntos, salieron de las cuevas de vuelta al Espíritu.[42]
Una vez a bordo de la nave, Zeb usó los cañones para atacar a los krykna. No obstante, el Espíritu no podía despegar porque los krykna lo habían pegado al suelo. Cuando Ezra sugirió salir a cortar las ataduras del Espíritu, la reticencia de Zeb molestó al joven Jedi, quien dijo que no quería ser devorado por los krykna como consecuencia de su cobardía por salir al exterior. Al final, los rebeldes lograron liberarse gracias a un plan en el que Sabine distrajo a los kryknas con un sensor mientras Kanan y Ezra cortaban las ataduras del Espíritu con sus sables de luz. Tras la escaramuza con los kryknas, los rebeldes rodearon su base de sensores, que ahuyentaban a las criaturas, y Zeb permaneció allí mientras Ezra y Kanan partían con Ahsoka Tano a Malachor.[42]
Zeb esperó a sus compañeros Jedi en Atollon junto a los otros rebeldes, incluido Rex. Cuando Kanan, Ezra y Chopper regresaron a Atollon, Zeb observó en silencio como Kanan, que había quedado ciego por causa de un ataque de Darth Maul, abrazaba a Hera. Zeb quedó profundamente triste al conocer la supuesta muerte de Ahsoka Tano. Lentamente, Zeb se acercó al Espíritu junto a los otros rebeldes asimilando en silencio la ceguera de Kanan y la aparente muerte de Ahsoka a manos de Darth Vader.[43]
Rescatando a Hondo Ohnaka[]
En el 2 ABY, tras lo ocurrido en Malachor, Zeb formó parte de una misión liderada por Ezra Bridger para rescatar al pirata weequay Hondo Ohnaka de la prisión imperial de Naraka. Mientras Hera Syndulla esperaba en el exterior de la prisión a bordo del Espíritu, Zeb y los demás rebeldes se movieron bajo un puente para evitar las patrullas imperiales. Tras subir a un extremo del puente, Zeb lanzó a un soldado de asalto hacia un precipicio mientras Ezra hacía lo mismo con otro soldado. Luego, él y Ezra se reunieron con Sabine Wren y C1-10P, quienes descendieron desde un acantilado. Al descender por el acantilado, C1-10P no encendió sus cohetes propulsores para no alertar a los imperiales. Por eso, Zeb tuvo que coger al droide astromecánico a tiempo antes de que se golpease contra el suelo.[44]
A continuación, los rebeldes entraron en la prisión de Naraka, donde liberaron a Hondo y a su compañero de celda, un ugnaught llamado Terba. Después de una breve lucha en los pasillos de la prisión, los rebeldes consiguieron deshacerse de los soldados de asalto. No obstante, al llegar al patio exterior de la prisión, Terba fue asesinado por un PT-TD. Zeb se puso a cubierto, y entonces procedió a hacer frente a los soldados imperiales que les atacaban. Ezra usó la Fuerza para obligar al conductor del PT-TD a deshacerse de sus compañeros imperiales y luego hizo que el conductor se suicidase haciendo caer al PT-TD por un acantilado. Por último, los rebeldes abandonaron Naraka a bordo del Espíritu. Allí, Zeb explicó a Hera que Ezra había usado un truco mental sobre el piloto del PT-TD.[44]
Robo en la Estación Reklam[]
Después de regresar a la base rebelde de Atollon, Zeb estuvo presente en una reunión durante la cual Hondo Ohnaka reveló que el Imperio Galáctico estaba desmantelando varios Alas-Y de la República Galáctica en la Estación Reklam, situada en el planeta gaseoso Yarma. Junto a Sabine Wren, C1-10P, el capitán clon Rex y Hondo, Zeb se unió a una misión de reconocimiento liderada por Ezra, quien había sido ascendido al rango de teniente comandante como resultado de su éxito en Naraka. Rápidamente, los rebeldes viajaron a Yarma a bordo del Fantasma.[44]
Mientras viajaban a Yarma, los rebeldes fueron interceptados por una patrulla del Gremio Minero en el Paso de Sereeda. Tras deshacerse de los cazas TIE que les atacaban, Ezra quiso destruir un transporte desarmado para no dejar testigos de lo ocurrido, lo cual desencadenó una leve discusión entre él y Sabine y Rex. Finalmente, los rebeldes no atacaron el transporte y llegaron a Yarma, donde fueron atacados por dos droides desmanteladores. Rex intentó hacer frente a uno de los droides, pero se cayó del Fantasma. No obstante, Zeb lo agarró a tiempo y lo metió de nuevo en la nave. Al destruir a los droides, Sabine hizo aterrizar al Fantasma bajo la Estación Reklam. Entonces, los rebeldes y Hondo consiguieron convencer a tres trabajadores ugnaught para que les ayudasen a robar los Alas-Y a cambio de su libertad, desobedeciendo las órdenes del Comandante Jun Sato a instancias de Ezra.[44]
Después de que los ughnaughts paralizaran la destrucción de los Alas-Y que estaba llevando a cabo el Imperio, Zeb y sus compañeros empezaron a llenar de combustible las naves. Sin embargo, fueron vistos por un droide desmantelador que alertó al comandante imperial Brom Titus. Al descubrir a los rebeldes, Titus magnetizó los Alas-Y de modo que no pudieran despegar. Ezra y Hondo se dirigieron a desactivar la desmagnetización de las naves, mientras el resto de rebeldes mantenían su posición. Cuando un droide desmantelador atacó a C1-10P y a Sabine intentando tirarlos de un Ala-Y, Zeb intentó ayudarles, pero se vio superado por el droide. Entonces, Rex consiguió destruir al droide, condenándole a explotar en las profundidades del planeta Yarma.[44]
Mientras tanto, Ezra consiguió desactivar la energía de la Estación Reklam, deshabilitando la magnetización de las naves. Cuando Sabine ordenó a C1-10P que activase el piloto automático de las naves, Zeb introdujo a C1-10P en uno de los Ala-Y. Todos los rebeldes menos Ezra escaparon de la estación a bordo de los Ala-Y. En el espacio, los rebeldes fueron interceptados por un Destructor Estelar Imperial comandando por la gobernadora Arihnda Pryce. Tras una breve lucha, los rebeldes fueron rescatados por el Escuadrón Fénix. Zeb y su equipo hicieron aterrizar en la nave de mando rebelde los cinco Alas-Y que habían conseguido robar.[44]
Por su parte, Hondo y los ugnaughts escaparon de Yarma en una nave imperial robada, mientras que Ezra tuvo que ser rescatado por Hera Syndulla y Kanan Jarrus, quienes lo recogieron a bordo del Espíritu. Además, el Fantasma fue destruido. Después de saltar al hiperespacio, los rebeldes regresaron a Atollon. Cuando Hera reprendió a Ezra por haber desobedecido las órdenes, poniendo en peligro a su equipo y provocando la destrucción del Fantasma, Zeb intentó asumir parte de la culpa. No obstante, Hera insistió en que la misión era responsabilidad de Ezra. Finalmente, los Alas-Y fueron entregados a la célula rebelde de Jan Dodonna.[44]
Capturado por Maul[]
Más adelante, Zeb, junto a Hera Syndulla, C1-10P y Sabine Wren, fue capturado por el antiguo aprendiz Sith Darth Maul, a quien Ezra Bridger y Kanan Jarrus se habían encontrado anteriormente en Malachor. Maul había tendido una trampa a la tripulación del Espíritu al atacar una corbeta clase Sphyrna que formaba parte del Escuadrón Fénix. Con Zeb y sus compañeros capturados a bordo del Espíritu, Maul amenazó con ejecutar a sus rehenes si Kanan y Ezra no le proporcionaban tanto el holocrón Sith de Malachor como el holocrón Jedi de Kanan. Tras cortar las comunicación con Kanan y Ezra, Maul dedujo que el Espíritu era el hogar de los Espectros. Entonces, Zeb preguntó con sarcasmo a Maul si se iba a mudar al Espíritu.[45]
Cuando Maul obligó a Hera a mostrarle todas las habitaciones del Espíritu, Zeb y Sabine protestaron enérgicamente, sabiendo que Maul pretendía encontrar el holocrón Jedi de Kanan. Antes de marcharse con Hera a dar una vuelta por el Espíritu, Maul dijo a Sabine que como antiguo gobernante de los mandalorianos que él era, ella debería ser leal a él. Cuando Maul y Hera se hubieron ido, Zeb preguntó a Sabine si la afirmación de Maul era cierta, a lo que la mandaloriana respondió afirmativamente lamentándose de ello. Finalmente, Maul encontró el holocrón de Kanan, y dejó solos a los prisioneros mientras él se disponía a abrir el holocrón. Por ese motivo, los rebeldes planearon emprender un intento de fuga.[45]
A la señal de Hera, Zeb empujó a C1-10P contra uno de los droides de Maul. Entonces los rebeldes consiguieron destruir a todos los droides de Maul y se dirigieron a la sala de máquinas de la nave. Luego, Zeb bajó a C1-10P por una escalera, y los rebeldes se escondieron en la bodega de carga. Allí, intentaron atrapar a Maul magnetizando las piernas robóticas del zabrak dathomiriano contra el techo. Al hacer eso, Zeb y sus compañeros dispararon a Maul, que se defendió con su sable de luz. Así, Maul consiguió desactivar la magnetización y redujo a los rebeldes uno a uno. A continuación, reafirmó su autoridad sobre los rebeldes y aseguró que si todavía seguían vivos, era porque los necesitaba como moneda de cambio. Al cabo de poco, todos ellos llegaron a una antigua estación mandaloriana situada en Fortaleza Vizsla 09.[45]
Mientras Zeb y los demás rebeldes permanecían en el Espíritu, Maul dio la bienvenida a Kanan y a Ezra. Tras conseguir el holocrón Sith que quería, Maul envió a Ezra al centro de mando de la estación. Luego, intentó deshacerse de Kanan tirándolo al espacio, y ordenó la ejecución de Zeb y sus compañeros. Sin embargo, mientras Maul estaba reunido con Ezra, Kanan consiguió regresar a la estación y entró en el Espíritu, destruyendo a los droides de Maul con su sable de luz y liberando a Zeb y a los demás rebeldes. De inmediato, los rebeldes se dirigieron al centro de mando para hacer frente a Maul, pero al llegar allí, quedaron cegados por una intensa luz creada por la unión de los dos holocrones. En el proceso, Maul descubrió que Obi-Wan Kenobi seguía vivo, y cuando Ezra obedeció a Kanan y puso fin al ritual de los dos holocrones, Maul escapó alterado por su descubrimiento.[45]
Regreso a Ryloth[]
Después de que las fuerzas imperiales destruyeran un convoy rebelde cerca de Teralov, Zeb y el resto de Espectros asistieron a una reunión en la base rebelde de Atollon liderada por el Comandante Jun Sato. Durante la reunión, los rebeldes supieron gracias a un agente llamado Fulcrum que varios cadetes imperiales planeaban desertar de la Academia Skystrike. Sabine Wren fue enviada a ayudar a los cadetes mientras Zeb acompañaba a Hera Syndulla a proporcionar suministros a Teralov. Más adelante, Zeb estuvo presente cuando Sabine, Wedge Antilles y Derek Klivian llegaban sanos y salvos a Atollon.[46]
Tiempo después, Zeb y los demás rebeldes regresaron a Ryloth para entregar suministros al padre de Hera, Cham Syndulla, el líder del Movimiento Ryloth Libre. El Espíritu consiguió recoger a Cham y a Numa, una de sus guerreros, quienes estaban siendo perseguidos por soldados exploradores del Imperio Galáctico. Cham y Numa lograron subir con sus blurrgs a bordo del Espíritu pero uno de los imperiales los siguió. Zeb golpeó al soldado imperial y Ezra Bridger robó su armadura.[47]
Una vez a bordo, Cham informó a los rebeldes de los avances imperiales más recientes llevados a cabo por el Gran Almirante Thrawn en la Provincia de Tann. Zeb y los demás rebeldes se ofrecieron voluntarios para ayudar a Hera a recuperar el kalikori de su familia, un objeto muy preciado del cual se había apropiado Thrawn.[47]
Mientras Hera, Ezra y C1-10P se infiltraban en la Casa Syndulla, Zeb y los otros rebeldes lanzaron un ataque sorpresa sobre las fuerzas imperiales para alejarlas de la Casa Syndulla. Tras destruir un PT-TD y un transporte de tropas imperial, los rebeldes se retiraron pero fueron perseguidos por otro PT-TD.[47]
A pesar de intentar impedir el avance del PT-TD enemigo, Zeb y los rebeldes se vieron obligados a quedar inmersos en un tiroteo. Pasado un tiempo, el PT-TD paró de disparar a los rebeldes para transmitir un mensaje holográfico del capitán Slavin, el segundo oficial imperial al mando después de Thrawn. Slavin reveló que los imperiales habían conseguido capturar a Hera y a Ezra, y ofreció perdonarles la vida a cambio de que Cham se rindiera ante el Imperio Galáctico. Cham aceptó la oferta a pesar de las protestas de Gobi Glie, y se dirigió a bordo del Espíritu hacia la Casa Syndulla. Sin embargo, todos los rebeldes consiguieron escapar cuando C1-10P activó varios explosivos que dañaron la Casa Syndulla. A pesar de haber fracasado en la recuperación del kalikori, los rebeldes consiguieron escapar en el Espíritu y alejarse de Ryloth. Después, Zeb estuvo con Numa y Gobi mientras Cham hablaba con su hija y Kanan Jarrus.[47]
Misión en Agamar[]
Tiempo después, Zeb se unió a los demás Espectros y al capitán clon Rex en una misión consistente en obtener varias bombas de protones almacenadas en una antigua nave de suministros separatista estacionada en el planeta Agamar. Tras salir del Espíritu en Agamar, Zeb junto a Ezra Bridger y Kanan Jarrus, aprendió más acerca de las Guerras Clon gracias a Rex. Mientras inspeccionaban el depósito de suministros, los rebeldes encontraron una gran cantidad de bombas de protones. Sin embargo, pronto quedaron atrapados en un escudo de rayos y se vieron capturados por un grupo de droides de combate serie B1. Los droides estuvieron a punto de ejecutar a los intrusos, pero recibieron órdenes de su comandante y en lugar de eso, los aturdieron y los llevaron ante él.[48]
Zeb y sus compañeros, se despertaron viéndose a sí mismos prisioneros de Kalani, un superdroide táctico que lideraba un reducto separatista que había evitado la orden de desconexión del Ejército Droide Separatista que acompañó a la Orden 66. Buscando terminar las Guerras Clon con una victoria de la Alianza Separatista, Kalani obligó a sus prisioneros a participar en una simulación de combate. Cuando Zeb se negó a ello, Kalani afirmó que los lasat no habían participado en las Guerras Clon. Por eso, mantuvo a Zeb de rehén e instó a los demás a rescatarlo en el puente de mando. Los demás rebeldes, a instancias de Ezra, aceptaron participar en la simulación de Kalani con el trato de recibir las bombas de protones separatistas si ganaban. Kalani aceptó sus condiciones.[48]
Desde el puente de mando, Zeb vio junto a Kalani el avance de la simulación. Cuando los rebeldes superaron la primera ola de ataque de los droides de Kalani, Zeb intentó convencer al superdroide táctico para que se rindiera. Sin embargo, Kalani dijo que no entendía el humor de Zeb y reveló que había tendido una trampa a los rebeldes en un hangar. No obstante, los rebeldes consiguieron destruir a los droidekas de Kalani y avanzaron hasta el puente. Rex y los rebeldes proclamaron su victoria, pero Kalani se negó a aceptarla. Antes de que pudiera ejecutar a Zeb, Ezra consiguió convencer a Kalani y Rex para que dejasen a un lado las hostilidades, afirmando que las Guerras Clon sólo habían servido para permitir al Imperio Galáctico tomar el control de la galaxia. Tras la llegada de fuerzas imperiales a Agamar que comenzaron a atacar a los droides de Kalani, ambos bandos decidieron trabajar en equipo para huir de Agamar.[48]
Trabajando juntos, los rebeldes y Kalani elaboraron un plan para detener a las fuerzas imperiales lanzando bombas de protones contra los PT-TD y AT-AT que se aproximaban. Durante la lucha, Zeb lanzó una granada que dañó un PT-TD Imperial. Después de destruir una de las patas de un AT-AT, los rebeldes y los droides huyeron a bordo de tres lanzaderas de transporte clase Sheathipede que habían sido reparadas por C1-10P. Aunque una de las lanzaderas fue derribada, la lanzadera de Zeb y sus compañeros y la lanzadera de Kalani consiguieron llegar al espacio. Ambos bandos se separaron en términos amistosos y con Kalani opinando que la red rebelde tenía muy pocas posibilidades de derrotar al Imperio. Poco después, los rebeldes fueron contactados por Hera Syndulla. A pesar de no haber obtenido las bombas de protones, los rebeldes tomaron la lanzadera separatista como substituta del Fantasma.[48]
Problemas en Concord Dawn[]
Al cabo de un tiempo, Zeb interrumpió una conversación entre Sabine Wren y Fenn Rau para informarles de que Hera Syndulla les había convocado a una reunión en la sala de guerra. Durante la reunión, Hera explicó a los rebeldes que habían perdido el contacto con los Protectores, establecidos en una luna de Concord Dawn. Cuando Rau se ofreció a investigar en nombre de los rebeldes, Zeb preguntó si Rau era su prisionero. Kanan Jarrus respondió que Rau sólo era un invitado gruñón. Hera envió a Rau junto a Sabine, Ezra Bridger y C1-10P a una misión de reconocimiento. Tras descubrir que el virrey Imperial Gar Saxon había destruido a los Protectores, Rau decidió unirse definitivamente a la red rebelde.[49]
Evacuación de Mykapo[]
Más tarde, Zeb y los Espectros acompañaron al Escuadrón Fénix en una misión para evacuar a los simpatizantes rebeldes del planeta Mykapo antes de la llegada del Imperio Galáctico. Los rebeldes se encontraron a una patrulla Imperial enfrentándose a una célula rebelde local conocida como el Escuadrón de Hierro. El Escuadrón de Hierro, a bordo de la nave Martillo de Sato, destruyó un crucero ligero Imperial y se negó a aceptar la ayuda de los rebeldes. Bajo las órdenes de Hera Syndulla, Zeb y Kanan Jarrus se dirigieron a la superficie de Mykapo a bordo del Fantasma II para ayudar en la evacuación. Antes de partir, Zeb describió al Escuadrón de Hierro como un grupo de "Ezras". Después, Zeb y los demás rebeldes a excepción de Ezra Bridger, Sabine Wren y C1-10P regresaron junto al grueso de la flota rebelde. Zeb y sus compañeros unieron luego fuerzas con el Escuadrón de Hierro para rescatar al capitán de la célula rebelde, Mart Mattin, de manos de las fuerzas Imperiales.[50]
Misión en Wynkahthu[]
Tiempo después, a petición de Ezra Bridger, Zeb y los demás Espectros aceptaron reunirse con Hondo Ohnaka, quien solicitó su ayuda para recuperar un cargamento de a bordo de una nave de carga Imperial atrapada en la atmósfera superior del planeta Wynkahthu.[51]
Debido a sus encuentros previos con Hondo, Zeb junto a Hera Syndulla y Sabine Wren se mostró reticente a trabajar con el pirata weequay y su compañero de negocios Azmorigan. Sin embargo, los rebeldes aceptaron ayudar a Hondo tras saber que entre el cargamento de la nave se encontraban bombas de protones, necesarias para la red rebelde.[51]
Debido a que la nave de carga estaba atrapada en las pésimas condiciones atmosféricas de Wynkahthu, los rebeldes no podían entrar en la nave por medios normales. Como resultado, Hera encargó al droide AP-5 que trabajase con Zeb para elaborar un plan de recuperación de las bombas. Hera también asignó a Zeb el liderazgo de la misión para mostrar su descontento ante la simpatía de Ezra por Hondo. Cuando Ezra protestó, Zeb contestó que ahora era su turno de liderar una misión rebelde. Trabajando con AP-5, Zeb diseñó un plan que implicaba el aterrizaje de los rebeldes sobre la cubierta de la nave, para abrirse camino desde una apertura al interior de la nave, avanzar hacia su hangar, y abrir sus puertas para una extracción.[51]
Zeb se reunió con su equipo en la bodega de carga del Espíritu, que incluía a Ezra, C1-10P, Hondo y Azmorigan. Cuando Ezra se rió de cómo sonaban las palabras capitán Orrelios, Zeb respondió al joven que si tenía algún problema con la misión, debería hablar con Hera. Poniendo su plan en marcha, los rebeldes saltaron sobre la cubierta de la nave y entraron en su interior. Zeb envió a C1-10P a restablecer la energía de la nave, y poco después, los rebeldes se encontraron al ugnaught Melch, que había formado parte del equipo de Hondo. Zeb obligó a explicar a Hondo la verdad sobre su primer intento de apropiarse del cargamento de la nave; una operación que había costado las vidas de los compañeros de Melch.[51]
Aunque Zeb se mostraba hostil y desconfiaba de Hondo, Ezra insistió en que todavía podían trabajar con él. Zeb y Ezra discutieron cuando éste último insistió en acceder al hangar de la nave abriendo una puerta con su sable de luz. Una vez dentro, el equipo encontró varios tesoros y las bombas de protones. Zeb abrió las puertas del hangar, lo que permitió al Espíritu acercarse. Como el Espíritu no podía aterrizar en la nave, Zeb enlazó al Espíritu con cables a la nave de carga Imperial.[51]
Gracias a los imanes de los cables, Zeb y Ezra pudieron atar a ello las bombas de protones y subirlas a bordo del Espíritu, con la ayuda de Sabine. Por orden de Zeb, las bombas de protones fueron cargadas primero y Hondo y Azmorigan fueron obligados a esperar. Después de que Azmorigan desapareciera, Zeb partió en su búsqueda y ordenó a Ezra seguir trasladando las bombas de protones al Espíritu. Entonces, Zeb fue aturdido por un droide centinela, que lo llevó al bloque prisión de la nave. Allí, Zeb descubrió a Azmorigan en una celda. Tras pedir ayuda a Ezra con su comunicador, Zeb y Azmorigan fueron rescatados y se dirigieron de nuevo al hangar de la nave.[51]
Sin embargo, el equipo se encontró con un droide centinela. A pesar de las órdenes de AP-5 y Zeb, Azmorigan disparó y destruyó al droide centinela. Eso activó al resto de droides de la nave, que persiguieron a Zeb hasta el hangar. Mientras Zeb y Ezra disparaban a los droides, Hondo y Azmorigan aprovecharon para huir y subir de nuevo al Espíritu, seguidos rápidamente por C1-10P. Al cabo de poco, los dos rebeldes fueron obligados a retirarse a medida que la nave caía hacia las profundidades de Wynkahthu. Ambos usaron los cables para intentar llegar al Espíritu, cosa que lograron con la ayuda de Kanan Jarrus.[51]
Los rebeldes y sus socios consiguieron escapar a bordo del Espíritu antes de la destrucción de la nave de carga Imperial. Una vez a bordo, Hera y Ezra agradecieron a Zeb su liderazgo. Los rebeldes, se sintieron satisfechos con el número de bombas de protones que habían conseguido. Sin embargo, Hondo quedó disgustado después de que Melch se introdujese en uno de los cofres que él había robado. Habiendo cumplido sus objetivos, los dos grupos se separaron.[51]
Misión en la fábrica imperial de Lothal[]
Pasado un tiempo, Zeb, junto a Hera Syndulla, Sabine Wren y el Comandante Jun Sato; permaneció en Atollon mientras Ezra Bridger, Kanan Jarrus y C1-10P se infiltraban en una fábrica del planeta Lothal. El Escuadrón Fénix había descubierto que el Imperio Galáctico estaba creando una nueva arma allí y planeaba destruir la fábrica. Después de que Ezra y Kanan perdieran el contacto con Ryder Azadi, el líder de la célula rebelde establecida en Lothal, Azadi contactó con el Escuadrón Fénix vía holograma. Zeb, Sabine y Sato escucharon mientras Hera y Ryder hablaban del Gran Almirante Thrawn y de la creación de una distracción para permitir el escape de Ezra y Kanan.[52]
Después del escape de la fábrica, Zeb y sus compañeros contactaron con los rebeldes que se encontraban en Lothal. Cuando Sabine expresó sorpresa por el hecho de que el Agente Alexsandr Kallus, uno de sus enemigos más longevos, hubiese ayudado a Ezra y Kanan a escapar de la fábrica, Zeb defendió a Kallus y sugirió que lo había reclutado accidentalmente en la luna de Geonosis, Bahryn. Como respuesta, Hera aconsejó a los rebeldes tratar a Kallus con cautela hasta descubrir cuales eran sus verdaderas lealtades.[52]
La amenaza de Maul[]
Tras el asalto a la fábrica imperial de Lothal, Zeb participó en una reunión organizada por Sabine Wren para discutir un futuro ataque rebelde contra la fábrica imperial. Durante la reunión, Zeb y los demás rebeldes notaron que Ezra Bridger no se encontraba bien. Cuando Ezra vio a Darth Maul caminando al lado de Zeb, Ezra le alertó, pero Zeb no vio nada. Al final, Ezra se desmayó, y Zeb y Kanan Jarrus corrieron a atenderle. Después de que Ezra explicara en el Espíritu al resto de Espectros todo lo que había visto, Zeb dijo que él no había visto nada y pensó que Ezra había estado trabajando demasiado duro. Después, Kanan y Ezra se dirigieron a Dathomir para lidiar con Maul.[53]
Misión en Geonosis[]
A petición del senador Bail Organa y el Alto Mando rebelde, Zeb y sus compañeros, así como el capitán clon Rex emprendieron la misión de encontrar a Saw Gerrera e investigar la desaparición de la especie geonosiana en Geonosis. Tras aterrizar en Geonosis, Zeb y Sabine Wren recibieron órdenes de Hera Syndulla de encontrar la fuente de energía de la que Saw había informado antes de perder el contacto con el mando rebelde. Zeb y Sabine pronto descubrieron un generador de escudos militar operativo en medio del desierto. Creyendo que el generador podía ser de ayuda en la base rebelde de Atollon, Hera ordenó a Zeb y Sabine que extrajeran el núcleo del generador. Cuando Zeb preguntó qué estaba protegiendo el generador de escudos, Sabine le dijo que trabajase más rápido.[54]
A pesar de una tormenta de arena, los dos rebeldes consiguieron extraer el núcleo del generador. Antes de poder volver al Espíritu, Zeb y Sabine descubrieron la presencia de droidekas inactivos. Zeb quiso abandonar la misión pero Sabine le convenció para seguir según lo planeado. Después de que el geonosiano Klik-Klak, quien estaba siendo perseguido por los demás rebeldes y Saw Gerrera, activase a los droidekas, Sabine logró activar el escudo para protegerse a sí misma y a Zeb. Zeb y Sabine resistieron el tiempo suficiente como para que Saw y los otros rebeldes capturaran a Klik-Klak y desactivaran a los droidekas.[54]
Entonces, Zeb y Sabine llevaron el núcleo del generador hasta el Espíritu. Cuando Hera les informó de la llegada de un crucero ligero imperial, Zeb se ofreció voluntario para entrar en una estructura geonosiana y establecer contacto con el equipo de Kanan Jarrus y Rex. Mediante un dispositivo de comunicaciones, Zeb consiguió que el Espíritu pudiera contactar con Rex y los demás, que se encontraban bajo tierra. Al solicitar Kanan una recogida, Zeb regresó al Espíritu justo a tiempo para escapar de dos Bombarderos TIE. En cuanto estuvieron en el aire, Zeb y Sabine ocuparon dos torretas para destruir las naves enemigas.[54]
A continuación, el Espíritu entró por una sima y descendió a las profundidades de Geonosis, donde recogió a Saw, Klik-Klak y los demás rebeldes. A bordo del Espíritu, los rebeldes discutieron con Saw acerca de sus duros métodos de interrogación y la intención de llevarse a Klik-Klak de Geonosis para interrogarlo. En cuanto varios soldados de asalto con mochilas propulsoras enviados por la capitana Brunson les atacaron, Saw y los rebeldes apartaron sus diferencias y trabajaron en equipo para eliminar la amenaza. Zeb disparó a los soldados de asalto, y tras repelerlos, los rebeldes llegaron a las profundidades de Geonosis. Allí descubrieron depósitos de gas venenoso que el Imperio Galáctico usó para perpetrar un genocidio contra los geonosianos. Tras liberar a Klik-Klak y el huevo de reina geonosiana que custodiaba, los rebeldes volvieron al Espíritu y se abrieron paso al exterior. Todos ellos escaparon del planeta con Saw, noticias acerca del genocidio y el núcleo de un generador de escudos militar.[54]
Protegiendo la base rebelde[]
Cuando el Escuadrón Fénix organizó un ejercicio de entrenamiento, Zeb fue dejado atrás como jefe de la seguridad de la base rebelde en Atollon. Zeb estaba descontento por haberse quedado en compañía de C1-10P y el droide de protocolo AP-5, cuya compañía no toleraba. Sin estar dispuesto a ayudar a AP-5 con sus tareas de inventario, Zeb partió al centro de mando de la base. Allí, fue informado por un oficial rebelde de que un sensor había sido dañado por meteoritos en el sector seis. Por eso, Zeb y C1-10P se dirigieron hacia allí para investigar el sensor dañado.[55]
Al llegar, los dos descubrieron lo que aparentaba ser un droide de protocolo tumbado sobre dos kryknas muertos. Creyendo que el droide se había extraviado, Zeb lo llevó hasta la base rebelde para repararlo a pesar de las protestas de C1-10P. Sin que nadie lo supiera, el droide de protocolo era en realidad un droide infiltrador E-XD imperial llamado EXD-9. EXD-9 formaba parte de una misión imperial que pretendía explorar todos los planetas de los Territorios del Borde Exterior en busca de bases rebeldes, y organizada por el Gran Almirante Thrawn. Tras recargar a EXD-9, éste comenzó a escanear el almacén de la base. AP-5 tomó al droide como su ayudante, y Zeb rápidamente sintió simpatía por el nuevo droide después de que se burlara inadvertidamente de C1-10P.[55]
Después, Zeb recibió una advertencia de Fulcrum que informaba de que el Imperio Galáctico había desplegado varios droides infiltradores para localizar bases rebeldes, uno de los cuales había perdido el contacto con el Imperio. Pronto, Zeb se dio cuenta de que EXD-9 era un droide infiltrador. Al volver al almacén de la base, Zeb intentó advertir a C1-10P y AP-5 de lo que ocurría justo antes de que EXD-9 pasase a su modo de ataque. EXD-9 usó su tamaño amplificado y rápidos movimientos para lanzar a Zeb al suelo. Tras una fiera pelea, Zeb dañó la mano izquierda del droide, obligándolo a retirarse.[55]
Al ver que EXD-9 había atacado y canibalizado a otro droide astromecánico, Zeb, C1-10P y AP-5 decidieron unir sus fuerzas para impedir que EXD-9 informase al Imperio de la localización de su base. Su plan consistía en sacar al droide infiltrador de su escondite para que AP-5 pudiera desactivarlo. Poniendo su plan en marcha, C1-10P sacó al droide de su escondite y Zeb le atacó. El droide opuso una gran resistencia, pero Zeb consiguió retenerlo el tiempo suficiente como para que AP-5 pudiera desactivarlo. Sin embargo, esa acción desencadenó la cuenta atrás para la autodestrucción del droide. C1-10P congeló el temporizador antes de que la bomba del interior de EXD-9 pudiera explotar.[55]
Para evitar que el Imperio descubriera la localización de la base, así como para impedir que EXD-9 destruyera la base; Zeb y sus compañeros droides reprogramaron a EXD-9 y lo enviaron de vuelta a las filas del Imperio como una bomba. AP-5 reprogramó a EXD-9 devolviéndolo a su forma pacífica y programó la bomba para que explotase en cuanto EXD-9 se conectase a la red imperial, a bordo de un Destructor Estelar. Luego, Zeb siguió al droide hasta una cápsula de escape. Zeb usó su rifle-bo para dañar el transmisor de largo alcance de la cápsula, de modo que EXD-9 no pudiera informar de dónde había estado hasta su regreso al Imperio. Cuando AP-5 se mostró inseguro de la efectividad de su trabajo, Zeb mostró su confianza en él. Como respuesta, AP-5 halagó a Zeb por su admirable trabajo.[55]
Al día siguiente, Zeb contactó con Hera Syndulla y le informó de que se había producido un incidente que ahora estaba bajo control. Cuando los demás rebeldes regresaron, Zeb y sus compañeros asistieron a una reunión en la que Fulcrum informó de que el droide infiltrador reprogramado había explotado en un Destructor Estelar Imperial antes de informar de la localización de la base. Cuando Sabine Wren quiso saber más acerca de lo ocurrido, Zeb contestó que era una larga historia. AP-5 se mostró dispuesto a explicarlo todo, pero Zeb hizo callar amistosamente a su amigo.[55]
Las pruebas de Sabine[]
Más adelante, Zeb asistió junto a sus compañeros y Fenn Rau a una reunión en la que Kanan Jarrus y Rau consiguieron convencer a una reticente Sabine Wren para que se entrenase con el sable oscuro, una antigua arma mandaloriana, con la intención de reunificar a los mandalorianos y sumarlos a la causa rebelde.[56]
Trasladando a Mon Mothma[]
Pasado un tiempo, Zeb y sus compañeros aceptaron una misión del senador Bail Organa consistente en reunirse con otro grupo de rebeldes en medio del espacio. Mientras esperaban, Zeb y sus compañeros escucharon una transmisión de la HoloNet retransmitida por Alton Kastle acerca de la antes senadora Mon Mothma, quien había dado un discurso contra el Imperio Galáctico denunciando la Masacre de Ghorman. Entonces, los rebeldes avistaron un droide infiltrador E-XD, igual al que Zeb y C1-10P habían visto anteriormente en Atollon.[4]
Zeb urgió a los demás a destruir al droide aunque Hera Syndulla intentó en un primer momento evitar ser detectados. Después de que el droide detectara al Espíritu, Ezra Bridger consiguió destruirlo desde una torreta del Espíritu tras una breve persecución. Sin embargo, no pudieron evitar que el droide alertase al Imperio. Poco después, llegó una nave rebelde escoltada por los Alas-Y del Escuadrón Oro emergiendo del hiperespacio.[4]
Después de que la nave rebelde se anclara al Espíritu, Zeb y sus compañeros conocieron al asistente senatorial Erskin Semaj y al líder del Escuadrón Oro, Jon Vander. Luego procedieron a proveer de combustible a los Alas-Y del escuadrón. Zeb y Ezra hablaron con la piloto Oro Dos. Cuando Zeb asumió la autoría de su célula rebelde en la destrucción del Destructor Estelar del Gran Moff Wilhuff Tarkin, Oro Dos les acusó de haber complicado el trabajo de otras células rebeldes de los Territorios del Borde Exterior, puesto que el Imperio había intensificado su respuesta contra los rebeldes desde entonces. La discusión entre Zeb, Ezra y los rebeldes del Escuadrón Oro fue interrumpida por la llegada de un crucero ligero imperial y un crucero Gozanti.[4]
Después de que Oro Dos fuese herida, Zeb la llevó a la bahía médica del Espíritu mientras Ezra pilotaba su Ala-Y. Durante la batalla que tuvo lugar Zeb usó una de las torretas del Espíritu para deshacerse de varios cazas TIE. El Escuadrón Oro dañó el crucero ligero imperial, y después de eso, los rebeldes consiguieron escapar. No obstante, durante la escaramuza los tripulantes de la nave rebelde se vieron obligados a entrar en el Espíritu, puesto que su nave había quedado muy dañada y finalmente explotó. Entre ellos se encontraba la antigua senadora Mon Mothma, una destacada autoridad rebelde, que agradeció personalmente a Zeb, Hera y Ezra su labor. Zeb permaneció a bordo del Espíritu durante su viaje a través de la Nebulosa Archeon para llegar a Dantooine.[4]
Mientras viajaban por la Nebulosa Archeon, los rebeldes fueron perseguidos por un Defensor TIE pilotado por Vult Skerris y dos Interceptores TIE. En la escaramuza, Zeb también usó una de las torretas del Espíritu, derribando a uno de los Interceptores TIE después de que la radiación de la nebulosa debilitara sus defensas. Al salir de la nebulosa, el Espíritu fue atrapado por dos Destructores Estelares comandados por la Gobernadora Arihnda Pryce y el Almirante Kassius Konstantine. Sin embargo, los rebeldes consiguieron saltar al hiperespacio cuando Ezra y Vander lanzaron varios torpedos de protones contra la nebulosa desde sus Alas-Y, dañando a los Destructores. Al llegar a la órbita de Dantooine, Zeb y sus compañeros atestiguaron el discurso que pronunció Mon Mothma para reunir a la Flota Rebelde, dando paso a la fundación de la Alianza para Restaurar la República.[4]
Alianza para Restaurar la República[]
Salvando a C1-10P de sí mismo[]
Pasado un tiempo, Zeb esperó en el Espíritu junto a Ezra Bridger y Hera Syndulla mientras C1-10P, AP-5 y Wedge Antilles se infiltraban en una base del Buró de Seguridad Imperial en Killun 71. Zeb bromeó con la difícil compañía que supondrían C1-10P y AP-5 para Wedge. Sin embargo, Hera le aseguró que los droides y Wedge formaban el mejor equipo posible. Aunque AP-5 obtuvo unos códigos de acceso imperiales con éxito, un grupo de oficiales de inteligencia imperiales tomaron el control de C1-10P desde una nave cercana. Los oficiales, pretendían usar a C1-10P para encontrar la localización de la base rebelde, que se encontraba en Atollon.[57]
Zeb y Ezra estaban jugando al dejarik cuando AP-5 y Wedge volvieron al Espíritu. Mientras que Zeb y Ezra ignoraron las advertencias a de AP-5 acerca del sospechoso comportamiento de C1-10P, Hera creyó al droide de protocolo y evitó que C1-10P accediera a los datos de la ruta seguida por el Espíritu. Después de que C1-10P se dirigiera a la sala de máquinas y provocara que el Espíritu saliera del hiperespacio, Zeb siguió a los demás rebeldes hasta allí para enfrentarse al droide. No obstante, C1-10P les encerró en la bahía de carga y abrió una compuerta que daba al espacio exterior. Los rebeldes evitaron por poco ser succionados hacia el espacio gracias a la rápida actuación de Hera. Luego, AP-5 salió al exterior de la nave y abrió desde fuera una de las puertas de salida de la bahía de carga. Así, Zeb y sus compañeros regresaron a la cabina del Espíritu.[57]
Zeb aturdió personalmente a C1-10P con su rifle-bo, y afirmó que había esperado poder hacer eso desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, Hera le instó a ser amable con el droide una vez se hubiera recuperado. A continuación, Hera usó a C1-10P para enviar un mensaje a los oficiales imperiales, y envió una descarga de energía desde C1-10P que destruyó la nave en la que éstos se encontraban. Al cabo de poco, C1-10P volvió a la normalidad, para regocijo de Zeb y sus compañeros. Luego, Zeb estuvo presente durante una discusión entre C1-10P y AP-5 después de haber recogido del espacio a este último.[57]
La última batalla de Maul[]
Más adelante, Zeb estaba durmiendo en una litera sobre Ezra Bridger cuando el Padawan se despertó por culpa del holocrón de Kanan Jarrus, que comenzó a reproducir un holograma del Maestro Jedi Obi-Wan Kenobi advirtiendo a los Jedi de la Gran Purga Jedi. Eso resultó ser una estratagema del antiguo aprendiz Sith, Darth Maul, para atraer a Ezra a Tatooine y sacar así a Kenobi de su escondite. En Tatooine, Ezra y C1-10P encontraron a Obi-Wan, y atestiguaron la muerte de Maul a manos de Kenobi. Luego, se marcharon a bordo de la nave de Maul y regresaron a Atollon, donde les estaban esperando Zeb, Kanan Jarrus y Hera Syndulla. Al preguntar Zeb a Ezra por los detalles de su viaje, el Padawan respondió que nunca más volverían a ver a Maul. Entonces, Ezra se disculpó por haberse marchado a Tatooine y afirmó que los rebeldes eran su familia.[58]
Batalla de Atollon[]
Tiempo después, Zeb participó en la Batalla de Atollon. Antes de que el Escuadrón Fénix y la célula rebelde del General Jan Dodonna pudieran lanzar un ataque sobre Lothal, la flota del Gran Almirante Thrawn salió del hiperespacio y formó un bloqueo sobre Atollon. Como respuesta, Hera Syndulla diseñó un plan de ataque contra la flota enemiga para que Ezra Bridger y C1-10P pudieran escapar a bordo de una pequeña nave y así pedir ayuda. Mientras los rebeldes se preparaban para entablar combate contra las fuerzas de Thrawn, Zeb preguntó a su amigo el capitán clon Rex si se arrepentía de haberse unido a la Alianza Rebelde. Rex respondió que eso era mejor que seguir cazando joopas, tal como había estado haciendo en el pasado. Durante la primera fase del ataque, Zeb y Rex manejaron las torretas del Espíritu mientras Hera pilotaba la nave.[59]
A pesar de sufrir numerosas bajas, los rebeldes lograron abrir una vía de escape para Ezra y C1-10P. El Comandante Jun Sato se sacrificó haciendo chocar su nave contra el Interdictor imperial del Almirante Kassius Konstantine, explotando las dos naves y muriendo todos sus tripulantes en el acto. Eso permitió a Ezra saltar al hiperespacio. Habiendo cumplido su misión, los rebeldes se retiraron de nuevo a la superficie de Atollon para prepararse contra un ataque terrestre. Zeb y Rex se unieron para activar un generador de escudo modificado por Sabine Wren, que ayudó a proteger las naves y tropas rebeldes supervivientes.[59]
Después del bombardeo orbital ordenado por Thrawn, Zeb y Rex emboscaron a varios PT-TD que avanzaban por un cañón cercano a la base rebelde. Aunque Rex destruyó a la mayoría de los andadores con detonadores termales, Zeb destruyó al último de ellos con un lanzacohetes. No obstante, los dos se vieron obligados a retirarse cuando Thrawn envió a varios AT-AT contra ellos, los cuales estaban protegidos por escudos deflectores. Tras reunirse con Kanan Jarrus, los rebeldes huyeron de los soldados de la muerte de Thrawn a través de una red de túneles.[59]
Zeb y Rex se reunieron eventualmente con Hera, Jan Dodonna y el resto de rebeldes en la base. Antes de poder subir al Espíritu, fueron rodeados por Thrawn y sus soldados de la muerte. De pronto, el misterioso amigo de Kanan conocido como el Bendu, un poderoso portador de la Fuerza, atacó la base con una tormenta de rayos. Los rebeldes aprovecharon la oportunidad y abandonaron el planeta. En ese momento, Ezra había regresado con refuerzos del Clan Wren liderados por Sabine, que destruyeron al Interdictor imperial restante de la flota enemiga. Eso permitió a los rebeldes saltar al hiperespacio. Sin embargo, antes de escapar, Zeb y sus compañeros detectaron una señal procedente de una cápsula de escape del Agente Alexsandr Kallus, quien había escapado del Imperio Galáctico tras haber sido descubierta su alianza con los rebeldes, y le recogieron a bordo del Espíritu. Acto seguido, los rebeldes abandonaron Atollon y se dirigieron a Yavin 4.[59]
Yavin 4[]
- «Aquí hay células rebeldes de toda la galaxia. Y no son suficientes contra el Imperio.»
- ―Garazeb Orrelios acerca de Yavin 4
Tras la derrota en la Batalla de Atollon, Sabine Wren se dirigió a Mandalore junto a Ezra Bridger, C1-10P y Kanan Jarrus;[60] mientras que Zeb, Hera Syndulla, el capitán clon Rex y los rebeldes supervivientes se dirigieron a Yavin 4. En el 1 ABY, tras su victoria en Mandalore, el resto de los Espectros llegó al Gran Templo Massassi de Yavin 4, donde fueron recibidos por Zeb. Contento de ver de nuevo a su compañero, los rebeldes empezaron a bromear con Zeb.[61]
Kanan preguntó a Zeb dónde estaba Hera, y él respondió que Hera se encontraba llevando a cabo una misión de entrega de suministros. También informó de que Yavin 4 era el centro de actividad de numerosas células rebeldes que se habían agrupado, incluyendo a los miembros restantes del Escuadrón Fénix. Momentos después, Hera y su escuadrón de pilotos, entre los que se encontraba Wedge Antilles, llevaron a cabo un aterrizaje forzoso en el Gran Templo Massassi, sobreviviendo de milagro. Zeb y los demás Espectros corrieron a ver si se encontraba bien. Tras un breve reencuentro entre el equipo completo, Alexsandr Kallus expresó lo emotiva que era esa reunión y les comunicó que Mon Mothma había solicitado su presencia.[61]
Misión en Jalindi[]
Poco después, Zeb participó en una reunión junto al resto de Espectros, el capitán clon Rex, Alexsandr Kallus, el General Jan Dodonna, Mon Mothma y el senador Bail Organa. Durante la reunión, se habló de la existencia de una antena de comunicaciones Imperial en el sistema Jalindi, la cual los Espectros se ofrecieron a pinchar en vez de destruirla. Allí, Ezra Bridger, Sabine Wren y C1-10P saltaron encima de la antena, intentando mantenerse de incógnito. Zeb expresó su desdén y preocupación por el modo de alcanzar la antena, pero Kanan Jarrus le recordó que necesitaban lanzarse en caída libre sobre la antena sin ser descubiertos. Momentos después, mientras los tres comenzaban a trabajar sobre la antena, Zeb informó a Kanan y Hera Syndulla de la llegada de un crucero ligero Imperial.[61]
A medida que el crucero se acercaba, Zeb avistó a dos Defensores TIE/D volando hacia ellos. Entonces, Hera ordenó a Zeb manejar la torreta. Kanan animó a Hera a volar a través de la niebla mientras él la guiaba con la Fuerza, de modo que los Defensores TIE tuvieran que seguirlos a ciegas. Zeb intentó disparar contra los Defensores TIE, pero con sus escudos, los disparos no tuvieron efecto.[61]
Zeb, dándose cuenta de que volaban hacia la niebla, preguntó qué estaban haciendo. Eventualmente entendiendo el plan en cuanto un Defensor se chocó contra un pilar, Zeb se centró en el segundo Defensor, destruyéndolo al cabo de poco. Mientras tanto, un Ala-U bajo el mando de Saw Gerrera y Edrio "Dos Tubos" llegó para destruir la antena, recogiendo a Ezra, Sabine y C1-10P. Enfadada, Hera intentó recuperar a su equipo, pero un Destructor Estelar entró en el sistema, obligando a Saw a saltar al hiperespacio. Pasado un tiempo, Ezra, Sabine y C1-10P regresaron junto a los demás, después de ayudar a Saw en una misión y alistar a varios ingenieros en la Alianza Rebelde.[61]
Regreso a Lothal[]
Tras su primer intento fallido de ayudar a Lothal, que resultó en la Batalla de Atollon, los rebeldes empezaron a planear un segundo intento. Diseñaron un plan, que implicaba usar una elaborada indumentaria de incógnito, e incluso el empleo de la nave de Cikatro Vizago en lugar del Espíritu. Las dos naves se acoplaron para poder cargar suministros a la nave de Vizago. El capitán clon Rex preguntó a Zeb por qué no ayudaba a cargar suministros, a lo que Zeb respondió que su cara asustaba demasiado al cargamento, cerdos inflables. Rex bromeó afirmando que por lo menos la cara de Zeb era única, a lo que él contestó preguntando si eso era humor de clones. Para hacer funcionar su tapadera, los Espectros procedieron a disfrazarse y se dotaron de nuevas identidades. C1-10P pronto entró en el puente de la nave, burlándose de los sombreros de Zeb y Ezra Bridger. Al aterrizar en Jhothal, Zeb recibió órdenes de asustar a las cerdas inflables para rescatar a Vizago de los Imperiales.[62]
Tras el rescate, Hera Syndulla ordenó dividirse, de modo que Sabine Wren, Ezra y C1-10P se dirigieron al Puesto Espacial del Viejo Jho mientras ella, Kanan Jarrus y Zeb buscaban un transporte. Zeb consiguió encontrar un transporte, considerándolo apropiado. Sin embargo, tuvo que atacar a varios soldados de asalto. Tras reunirse con el resto del equipo, además de Jai Kell, entraron en una cantina vacía, con Zeb rompiendo los controles de la puerta de entrada. El grupo se separó de nuevo en un alcantarillado, con Zeb y su unidad perseguidos por un droide sonda y otros dos más. Eventualmente, Zeb y el equipo se reunieron y llegaron a la superficie, donde fueron recibidos por Ryder Azadi en un Ala-U, co-pilotado por Marida Sumar. De ese modo, los rebeldes escaparon.[62]
Robo de un Defensor TIE/D de Élite[]
Más adelante, Zeb, Ezra Bridger, Sabine Wren y Ryder Azadi espiaron unas instalaciones de investigación imperiales en la espesura de Lothal. Zeb era inicialmente escéptico con el Defensor TIE/D de Élite hasta que lo vio con sus propios ojos. Zeb y Ryder esperaron entre la hierba mientras Ezra y Sabine se infiltraban en las instalaciones. Antes de que el comandante Vult Skerris pudiera pilotar el prototipo, Ezra y Sabine robaron el Defensor TIE y huyeron. Mientras Ezra y Sabine se enfrentaban a las naves imperiales, Zeb y Ryder se unieron a Kanan Jarrus y Hera Syndulla en el Ala-U de Ryder. Cuando Zeb gruñó que sabía que los "niños" harían algo alocado, Kanan le dijo que no se preocupara y partió con Hera a encontrar a los dos Espectros. Más tarde, Kanan y Hera encontraron a Ezra y Sabine con los datos de navegación del prototipo robado.[63]
Al día siguiente, Zeb, junto a Ezra y Jai Kell, quienes iban disfrazados de soldados exploradores, volvió al lugar en el que el Defensor TIE había caído para recuperar el hipermotor de la nave. Sabine creía que el hiperimpulsor del Defensor podía instalarse en el Ala-U de Ryder para proporcionar a los rebeldes una vía de escape. Mientras Zeb esperaba en una moto deslizadora, Ezra y Kell buscaron. Consiguieron encontrar el hiperimpulsor con la ayuda de un gato de Lothal.[64]
Poco después, Ezra y Kell fueron atacados por el asesino noghri Rukh, quien había sido enviado por el Gran Almirante Thrawn a capturar a los rebeldes. Mientras Ezra y Kell huían en la moto deslizadora, Zeb permaneció detrás del hiperimpulsor y consiguió evitar a las patrullas imperiales de la gobernadora Arihnda Pryce. Finalmente, Zeb consiguió capturar un transporte imperial y escapó con el hiperimpulsor. En poco llegó al campamento rebelde de Lothal.[64]
Los compañeros de Zeb inicialmente lo confundieron con un enemigo, pero se relajaron en cuanto Zeb salió del transporte con el hiperimpulsor. Eso permitió a Sabine instalarlo en el Ala-U. Después de que Hera y C1-10P abandonaran Lothal en el Ala-U con la base de datos robada, Zeb y los otros rebeldes se encontraron con una manada de lobos de Lothal, que les condujeron a una red de cavernas y túneles subterráneos. Esos túneles les llevaron hasta el hemisferio sur de Lothal.[64]
Comandando un carguero del Gremio Minero[]
Después de que los Espectros y Ryder Azadi se establecieran en las cuevas que acababan de descubrir, Zeb y sus compañeros vagaron por las llanuras de Lothal, donde encontraron un carguero del Gremio Minero que se encontraba en el planeta en busca de minerales. A instancias de Zeb, los rebeldes consiguieron entrar en el carguero para apoderarse de su antena de comunicaciones, y se deshicieron del droide de seguridad. Después de que Ryder hubiera usado su vehículo para subir a los rebeldes a bordo del carguero, Zeb y los demás entraron en la cabina, donde superaron al capitán trandoshano Seevor. Sin embargo, no consiguieron evitar que enviase una señal de socorro. Tras dejar inconsciente a Seevor, Zeb y Kanan Jarrus entraron en la cámara de procesamiento. Mientras Zeb buscaba en el piso superior, Kanan se dirigió al piso inferior.[65]
Los dos se encontraron a varios prisioneros, incluido Cikatro Vizago, que había sido apresado por introducir de contrabando a los Espectros en Lothal. Kanan fue entonces atacado por el trandoshano Proach, quien poseía un látigo eléctrico. Proach consiguió arrebatar a Kanan su sable de luz, por lo que Zeb acudió en su rescate apuntando al trandoshano con su rifle-bo. Proach subió a los pisos superiores usando su látigo y se enfrentó a Zeb. No obstante, Zeb no consiguió atacar a Proach con su fusil-bo. A medida que los dos se dirigían a una estrecha pasarela, Proach intentó tirar por ella a Zeb, pero el lasat usó sus pies para empujar consigo a su oponente, de modo que los dos quedaron colgando de la pasarela. A pesar de que Proach usó su látigo eléctrico para agarrarse a Zeb, el lasat consiguió deshacerse de él. Proach cayó desde lo alto de la pasarela hacia su muerte, y los rebeldes consiguieron liberar a los prisioneros.[65]
Cuando una patrulla imperial llegó para investigar la señal de socorro de Seevor, Zeb ayudó a los otros rebeldes y a los prisioneros liberados a mantener un engaño. Zeb usó el casco y látigo de Proach para fingir ser un capataz mientras Vizago comenzaba a hablar con las tropas imperiales. Aunque los imperiales se marcharon, Seevor consiguió escapar y desconectar el reactor del carguero. Ezra Bridger persiguió a Seevor, que murió tras un combate con él. Tras la muerte de Seevor, los prisioneros liberados aceptaron unirse a la Alianza Rebelde con Vizago tomando el control del carguero. Entonces, los Espectros recibieron noticias de Hera Syndulla, que informó de que el Alto Mando Rebelde había autorizado un ataque contra las fábricas imperiales de Lothal. Zeb y los otros rebeldes fueron asignados como parte del equipo de apoyo terrestre.[65]
Ataque en Lothal[]
Como parte del equipo de apoyo terrestre de la Alianza Rebelde en Lothal, Zeb y los también Espectros Kanan Jarrus, Ezra Bridger y Sabine Wren colocaron explosivos en las torretas de defensa situadas en el complejo de fábricas de Lothal. Cuando Zeb preguntó a Sabine si los explosivos eran lo bastante potentes como para destruir las torretas, Sabine le aseguró que sí. En respuesta, Zeb recalcó que las torretas parecían mucho más grandes desde cerca. Después de colocar los explosivos, los rebeldes se retiraron en motos deslizadoras. Cuando Ezra pidió a Zeb que le llevara, él puso al joven detrás de sí mismo e insistió en conducir el vehículo. A pesar de su éxito en destruir las defensas anti-aéreas, la flota del Gran Almirante Thrawn exterminó al escuadrón atacante de Alas-X dirigido por Hera Syndulla, obligando a los rebeldes a abortar la misión y retirarse.[66]
Tras reagruparse con los Resistencia de Lothal en la espesura, Zeb ayudó a Ezra y a los demás a construir unos murciélagos de Lothal artificiales similares a cometas con los que partir a rescatar a Hera. Después de que estuvieran construidos, Zeb y C1-10P usaron una moto deslizadora para dar impulso a los cometas. Entonces, Zeb pidió a los demás que trajeran a Hera de vuelta.[67]
Vengando a Kanan[]
- «¡Esto... es... por... Kanan!»
- ―Garazeb Orrelios a Rukh
Después de esperar a sus compañeros, éstos finalmente regresaron transcurrido un tiempo. Zeb se dirigió a recibirles de inmediato, y tras intentar hablar con Sabine Wren, ésta se alejó llorando de rabia de inmediato, dejando a Zeb solo. Al ver que Hera Syndulla bajaba sana y salva del transporte rebelde y se marchaba en soledad, Zeb se acercó a Ezra Bridger para saber qué había ocurrido. Ezra comunicó a Zeb que Kanan Jarrus había muerto durante la misión de rescate, y aunque Zeb inicialmente no pudo creer lo que estaba escuchando, terminó aceptando la muerte de Kanan. Acto seguido, se abrazó con Ezra en un gesto de consolación mutua.[68]
Poco después, Zeb y Sabine quisieron vengar la muerte de Kanan, por lo que decidieron sabotear el desfile de la gobernadora Arihnda Pryce con el que pretendía celebrar la victoria del Imperio Galáctico contra los rebeldes y la pérdida de Kanan, a pesar de que en el proceso los depósitos de energía imperiales habían explotado. Después de que Zeb se deshiciera de un soldado explorador, él y Sabine procedieron a enfrentarse a Rukh, el asesino noghri del Gran Almirante Thrawn. A pesar de que Rukh usó un dispositivo de ocultamiento, Zeb consiguió dejarlo inconsciente en cuanto Sabine le lanzó una bomba de pintura. Zeb quiso matar a golpes a Rukh como venganza por lo ocurrido con Kanan, pero Sabine le frenó argumentando que eso no era lo que Kanan hubiera querido. Entonces, después de que Sabine pintara a Rukh de forma burlona, Zeb lo devolvió de vuelta a Ciudad Capital.[68]
Misión en el Templo Jedi de Lothal[]
Más adelante, a pesar de su escepticismo, Zeb partió junto al resto de Espectros al Templo Jedi de Lothal, gracias a al lobo de Lothal Dume y el resto de su manada. Entonces, al llegar al templo, Zeb noqueó a dos soldados exploradores para que Ezra Bridger y Sabine Wren pudieran ponerse sus armaduras e infiltrarse a través del dispositivo de seguridad imperial establecido alrededor del templo. Después Zeb, Hera Syndulla y C1-10P observaron cómo Ezra y Sabine se infiltraban en el lugar. Luego, Zeb avistó a un anciano que no era familiar para Hera, llamado Veris Hydan. Tras ver a Ezra abrir un portal al templo; Zeb, Hera y C1-10P se alejaron del lugar al oír sonar la alarma.[69]
A continuación, Zeb y sus compañeros continuaron observando el templo, inseguros de si Ezra seguía en su interior. Acto seguido, se infiltraron en el campo. Zeb dio a Sabine una señal codificada en el centro de comunicaciones móvil. Luego, golpeó a un soldado de asalto. Pasado un tiempo, Zeb partió junto a Sabine y Ezra a cerrar la entrada al templo. Zeb llevó en brazos a Ezra después de que cerrara el acceso al templo y éste empezara a colapsar. De nuevo, Zeb y los Espectros se retiraron al carguero del Gremio Minero que habían capturado anteriormente.[70]
Liberación de Lothal[]
Poco después, Zeb y el resto de Espectros junto a la Resistencia de Lothal, planearon capturar Ciudad Capital, expulsando al Imperio Galáctico de Lothal. Cuando los Imperiales se acercaron a la base rebelde en el planeta, Zeb tomó un cañón y cargó contra las naves enemigas. Al terminarse la munición del cañón, Zeb procedió entonces a golpear a los soldados de asalto, y pronto se dio cuenta de que había demasiados enemigos. Al estar a punto de derrumbarse el carguero del Gremio Minero que pertenecía a los rebeldes, Zeb y Ezra Bridger saltaron a tiempo para ponerse en un lugar seguro.[71]
Finalmente, Zeb, Ezra y sus compañeros soltaron sus armas en cuanto fueron rodeados por los soldados de asalto. Sin embargo, después de que las fuerzas de la gobernadora Arihnda Pryce fueran derrotadas por lobos de Lothal, los rebeldes ordenaron la rendición de los Imperiales.[71]
Zeb, fingiendo ser un prisionero, se dirigió a Ciudad Capital con Ezra, Sabine Wren, Alexsandr Kallus y una prisionera Pryce hasta llegar al complejo Imperial. Allí, Zeb se liberó y cargó hacia una puerta para mantenerla abierta. Mientras Sabine y Ketsu Onyo programaban la puerta para que no se volviera a cerrar, Zeb disparó contra varios soldados de asalto. Luego, Zeb lanzó a Melch hacia el centro de mando del complejo Imperial. Por desgracia, el Quimera del Gran Almirante Thrawn llegó justo cuando los rebeldes ordenaban la retirada de todos los Imperiales del planeta hacia el complejo Imperial.[72]
Entonces, Zeb sugirió usar los cañones del complejo contra el Quimera, pero el capitán clon Rex afirmó que no serían lo bastante potentes contra el Quimera. A pesar de todo, Zeb se aseguró de que todos los Imperiales quedaran atrapados dentro del complejo. En el centro de mando, Zeb, junto a Hondo Ohnaka y Melch, luchó contra varios soldados enemigos. Acto seguido, Zeb formó un equipo con Kallus y el comando clon Gregor y se dirigió desde el sur a activar los escudos de Ciudad Capital en la sala del generador de energía del complejo.[72]
Allí fueron atacados por Rukh, el asesino noghri de Thrawn, y varios soldados de la muerte. Entonces Zeb cargó contra Rukh y los dos cayeron a una plataforma. Después, siguieron luchando en la torre norte. Mientras los escudos se activaban, Zeb ató a Rukh al generador de energía y saltó a un lugar seguro, de modo que Rukh murió electrocutado. Entonces, Zeb usó el comunicador de Rukh para comunicar su muerte a Thrawn.[72]
Cuando el Quimera fue arrastrado al hiperespacio junto a Ezra y Thrawn por unos purrgils, Zeb y el resto de rebeldes escaparon del complejo Imperial antes de que Sabine activara su auto-destrucción con todos los Imperiales en su interior, incluida la gobernadora Pryce. Tras la victoria, Zeb y los Espectros intentaron encontrar a Ezra. Entonces, escucharon un mensaje de despedida que Ezra había dado a C1-10P. En él, Ezra decía a Zeb que ahora podría recuperar de nuevo la litera de arriba de su cabina en el Espíritu.[72]
Luego, Zeb afirmó que no necesitarían a la Alianza Rebelde en caso de que el Imperio regresara a Lothal, puesto que habían conseguido expulsarlo del planeta por sus propios medios y podrían volver a hacerlo. A pesar de las expectativas de los rebeldes, el Imperio nunca regresó a Lothal.[72]
Guerra Civil Galáctica[]
Reunión con el Alto Mando Rebelde[]
En el 0 ABY,[73] estalló la Guerra Civil Galáctica con el desarrollo de la Batalla de Scarif.[74] En el 1 DBY, Zeb se había convertido en miembro del Alto Mando de la Alianza y asistió a una reunión del Alto Mando en la Base Mako-Ta junto a Hera Syndulla, Gial Ackbar, Jan Dodonna, Bandwin Cor, Haxen Delto, Baccam Grafis y Pitt Onoran. En ella, Mon Mothma dio un breve discurso antes de dar paso a la princesa Leia Organa, quien discutió junto a Davits Draven un plan para sumar a la Alianza Rebelde el planeta Mon Cala rescatando a su rey cautivo Lee-Char.[6]
Años posteriores[]
- «Después de la guerra, Zeb llevó a Kallus a través de una ruta secreta hiperespacial al planeta Lira San. Fue entonces cuando Kallus se dio cuenta de que no había destruido al pueblo de los lasat, y que ellos estaban prosperando en este nuevo mundo. Un mundo en el que él era bienvenido como uno de ellos.»
- ―Sabine Wren
Después de la decisiva victoria de la Alianza Rebelde durante la Batalla de Endor, en el 4 DBY, que vio la muerte del Emperador Sheev Palpatine, Orrelios llevó a Alexsandr Kallus a Lira San para mostrarle que no había extinguido a la totalidad de la especie lasat.[72]
Uniéndose a la Nueva República[]
- «Voy a reenviar esto a Coruscant. Solicitaré permiso para interceder.»
«No han devuelto los mensajes en semanas. Están saturados. Nunca obtendrás una respuesta a tiempo.» - ―Teva y Zeb acerca de la lenta respuesta de la Nueva República
Tras la creación de la Nueva República, Zeb se unió al nuevo gobierno y pasó a formar parte de la Flota de Defensa de la Nueva República. Alrededor del 9 DBY, Zeb estuvo descansando en un bar de la Base Adelphi. Se acercó al Capitán Carson Teva tras escuchar un mensaje de auxilio enviado por Greef Karga acerca de un asedio pirata en Nevarro. Cuando Teva dijo que solicitaría permiso de Coruscant para conseguir la implicación de la Nueva República, Zeb le dijo que jamás obtendría una respuesta a tiempo puesto que no habían contestado a los mensajes en semanas. Después de que Teva manifestara su intención de hablar con ellos en persona, Zeb elogió la actitud del capitán y le deseó buena suerte.[7]
Personalidad y rasgos[]
Zeb se caracterizaba por ser un tanto brusco, le gustaba mucho pelear, especialmente contra los soldados de asalto como diversión, pero también era compasivo y se preocupaba mucho por sus compañeros del Espíritu. Zeb también era buen amigo de Kanan. Con Ezra al principio fue muy hostil, e incluso no hizo el esfuerzo por evitar que Ezra quedara abandonado en una nave imperial, pero con el tiempo empezaron a llevarse bien.
Entre bastidores[]
Zeb Orrelios fue presentado por primera vez como un personaje de la futura serie animada Star Wars Rebels en enero de 2014, en la Feria Internacional del Juguete de Nuremberg. Zeb se menciona en la caja de un set de LEGO Star Wars, que anima a los jugadores a poner a Zeb en la Cabina de la nave Ghost. Originalmente su apellido era Orretios, pero finalmente fue cambiado a Orrelios. Su especie se basa en arte conceptual de Chewbacca hecho por Ralph McQuarrie. En la serie, el veterano actor Steve Blum da voz a Orrelios.
Apariciones[]
Fuentes[]
Notas y referencias[]
Enlaces externos[]
- LEGO Star Wars Rebels Sets At The Nuremburg Germany Toy Fair -- Groove Bricks
- Jedi News - Latest: Star Wars Rebels: Close Up of Zeb, Hera, Kanan, Stormtrooper LEGO Minifigs
- HASBRO New York Toy Fair 2014: Star Wars Rebel Toys Revealed
- Star Wars Rebels Exclusive First Look: Meet Zeb