Averno
Averno era el nombre antiguo que se le daba, tanto por griegos como por romanos, a un cráter cerca de Cumas, Campania. Existía la creencia de que era una de la posibles entradas al inframundo.[1][2] Posteriormente, la palabra pasó a ser simplemente un nombre alternativo para este.
Descripción
[editar]El escritor griego Diodoro Sículo relata cómo Heracles desde la llanura Flegrea, descendió hacia el mar y realizó unas obras a orillas del lago llamado Aorno, que se consideraba consagrado a Perséfone.[3] La palabra Averno deriva de la griega Áornos, compuesta por a: 'sin' y ornis: 'ave'. Esta etimología se refiere a que las aves no cruzaban este lugar por ser un cráter que expulsaba gases tóxicos. Este lago del Averno está situado en el cráter de un volcán apagado entre Miseno y Dicearquia.[4]
En la Antigüedad, el Averno estaba separado de otro lago cercano, el Lucrino, pero el cónsul Agripa construyó un puerto militar en el año 37 a. C., y abrió un canal entre los dos lagos que era navegable, además de una galería subterránea entre el Averno y la localidad de Cumas.[4]
Según el escritor y geógrafo griego Estrabón, el Averno era un golfo, que formaba una península con el espacio de tierra comprendido entre el cabo Miseno, comenzando desde la línea transversal que une Cumas y el propio golfo.[5]
Véase también
[editar]Referencias
[editar]- ↑ Estrabón I,2,18.
- ↑ Estrabón, Geografía. Libros I-II, p.278, nota complementaria n.º 218 de José Luis García Ramón. Madrid: Gredos, 1991, ISBN 84-249-1473-2.
- ↑ Diodoro Sículo IV,22.
- ↑ a b Diodoro Sículo, Biblioteca histórica. Libros IV-VIII, p.69, nota complementaria n.º 167 de Juan José Torres Esbarranch. Madrid: Gredos, 2004, ISBN 84-249-2732-X.
- ↑ Estrabón V,4,5.