¿En qué puede ayudar un psicólogo para padres?
Los psicólogos que trabajan con los padres pueden ayudar con una serie de preocupaciones comunes, como problemas de comunicación, problemas de conducta, ansiedad o depresión en los niños, así como problemas más específicos, como traumas infantiles, lidiar con el divorcio y sobrellevar el duelo. Cabe señalar que dicha terapia no es solo para familias nucleares, sino que puede incluir abuelos, tutores u otros cuidadores.¿Quién puede diagnosticar problemas de crianza?
Muchos psicólogos incluyen la familia y la crianza de los hijos como áreas de especialización. Los trabajadores sociales, los psicólogos familiares y los psicólogos infantiles tienen capacitación específica en sistemas y estructuras familiares, y pueden ayudar con
los problemas de crianza. Los médicos que trabajan principalmente con adultos también pueden tener un profundo conocimiento y experiencia relacionados con el papel de la crianza de los hijos en la vida de sus pacientes.
¿Qué tipos de terapia son los más adecuados para las preocupaciones de los padres?
Los tipos de terapia ampliamente utilizados para abordar los problemas de crianza incluyen la terapia familiar (incluida la terapia familiar estructural y la terapia de sistemas familiares), la terapia cognitivo conductual y la terapia de interacción entre padres e hijos (PCIT, por sus siglas en inglés), entre otras.
La PCIT puede ser particularmente útil para padres de niños con problemas de conducta, aquellos que han experimentado traumas y aquellos en el espectro autista.
La terapia de pareja también puede ayudar a las parejas que no están alineadas en asuntos relacionados con la crianza compartida.
¿Podés superar los problemas de crianza con terapia?
La terapia puede ser una forma efectiva de abordar problemas en la dinámica familiar y el comportamiento de los niños. Un psicólogo puede ayudar a los padres con la comunicación, estableciendo límites y estrategias de disciplina, recompensas y
castigos. Los padres también pueden aprender sobre la diferencia en los estilos de crianza, que incluyen los tipos autoritarios, negligentes, e indulgentes.